2 años después
- Ya llegue.- Grite en cuanto cruce la puerta de mi casa, pero nadie respondió. Mire el reloj de mi muñeca y marcaban más de 12:00 de la noche. Tal vez todos ya se encontraban dormidos.
Camine por la planta baja hacia la cocina mientras aflojaba mi corbata y desabotonaba mi camisa. Debido a la gran cantidad de trabajo acumulado el día de hoy no tuve tiempo de comer, por lo que ahora mi estómago reclamaba alimento. Cuando abrí la puerta de la cocina me lleve un gran susto que por poco me provoca ir me de espaldas.
- Kouki ¿Qué haces aquí?- pregunte sorprendido.
El susodicho se encontraba en la cocina completamente a oscuras, sentado en el suelo con la puerta del refrigerador abierta y con lo que pude deducir un bote en sus manos.
- Ya llegaste Sei. ¿Cómo te fue en el trabajo?- me pregunto mientras se levantaba del piso con un poco de dificultad.
- Bien, mucho trabajo pero alcance a terminarlo para regresar a dormir.- Encendí la luz y camine hacia él para pedir mi beso de bienvenida. Pero conforme avanzaba hacia él, por alguna extraña razón él se alejaba de mí. Le di una mirada de extrañes por su comportamiento, pero él solo me sonrió. Di otro paso decidido a esta vez alcanzarlo, pero nuevamente se alejó de mí.
- ¿Por qué huyes?- lo interrogue; él solo me sonrió y dio otros dos pasos llegando a la puerta mientras yo ahora estaba frente al refrigerador. Mire con detalle el contenido de aquel bote entre sus manos y parece que él lo capto enseguida, ya que salió a paso veloz de la cocina.
- Kouki deja ese bote de nieve, te va hacer daño.- Grite mientras corría detrás de él. Cuando ambos nos encontrábamos ya en la sala, él se escondía detrás del sillón para que yo lo no alcanzara. – Kouki dame ese bote, el medico dijo que no debías comer helado a estas horas por que podrías resfriarte de nuevo.- Le hablaba en un tono de voz elevado.
- Pero Sei, ellos quiere helado. No puedo hacer nada.- Intentaba defenderse mientras dábamos vueltas alrededor de sillón, como un gato y su ratón.
- Kouki deja de moverte tanto que te puede hacer daño, por favor ten cuidado.- Cuando termine de reprenderlo comprendió enseguida, así que se sentó en el sillón molesto y tomo una gran cucharada de helado metiéndosela a la boca antes de que lograra quitárselo.
Me acerque y me senté a su lado, tome el bote y lo deje en la mesa de la sala mientras miraba como sufría por pasarse el gran bocado de nieve. Limpie con mi pulgar la comisura de sus labios que se encontraban un poco machados por la nieve, y cuando se lo paso le di un beso.
- Ya llegue.- le informe sonriendo.
- Bienvenido.- me respondió de mala manera con un puchero en su labios y desviando su mirada. Sonreí ante su ternura y gire su rostro hacia mí para darle otro beso.
- ¿Estás enojado conmigo?- Le pregunte con una risa ladina ya sabiendo la respuesta.
Él me dio una mirada rápida y giro su rostro de nuevo sin decir nada. Sonreí de nuevo y lo bese en la mejilla. Me dio otra vez una mirada rápida y aun manteniendo su puchero me ignoro. Continúe besando su mejilla y al ver que él no me perdonaba jugué mi mejor carta.
-¿Me voy a dormir al cuarto de visitas?- pregunte con una sonrisa y acariciando su mejilla con mi nariz.
Kouki me dio una mirada fulminante y yo solo sonreí al obtener el resultado que esperaba. Le respondí la mirada y luego de unos segundos me abrazo.
- Eso es injusto. Ya sabes que no puedo contra eso.- hablo al fin entre mis brazos.
- ¿Entonces?... ¿me voy al cuarto de visitas?- Lo saque de mis brazos y lo mire directo a los ojos repitiendo la pregunta. El frunció sus labios al igual que su frente y al fin me dio un beso en los labios.
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Mi corazón es tuyo y el tuyo mi razón de vivir (akafuri)
FanficComo crees que reaccionarias, si tu frió y congelado corazón se craqueara cada vez que lo ves. ¿Lo aceptarías? o solo lo negarías por el miedo a no saber como manejar algo nuevo en ti. Esto es lo que le pasa a Akashi Seujuro, un hombre de 22 años d...