2# Por qué él...

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Llegué al portal de mi casa aún con la mano en la barriga por el dolor del rodillazo. Antes de que se cerrase la puerta, entró Nash, mi vecino desde hace un año. Alto, pelo largo y ojos azules. Alguna vez he sentido algo por él, pero lo sigo viendo más como a un amigo que como pareja. Y por si fuera poco, sabía que pertenecía a la pandilla del colegio de al lado.

-Ey, ¿Estás mejor?- Me preguntó cogiendome la mochila mientras yo llamaba al ascensor.

-¿Era necesario el rodillazo? Au...-

-Lo siento... No puedo hacer nada contra Dallas, reconozco que es un poco violento de vez en cuando. Pero ya estaba enfadado porque en el colegio le dijeron que lo más probable era que repitiese curso.- Me dijo mientras abría la puerta del ascensor.

-Nada, no te preocupes si yo... debí haberme marchado...-

-Siento no haber podido hacer nada... a lo mejor...-

Nash se acercó a mi acariciandome la cara y finalmente besandome. Fue algo extenso ya que vivíamos en el décimo tercer piso. Pero no sabia porqué. Nash ha tenido varias novias desde que ha estado viviendo aquí y no entiendo a qué viene ahora esto.

-Nash... yo... ¿Por qué?- Le pregunté aún medio confuso.

-Siento mucho lo que ha pasado, y me parecía que era buena forma de disculparme por no haber hecho nada.- Contestó mientras salíamos del ascensor.

-Ah, y Shawn... que sepas que el otro día tu madre me dejó pasar a por unas pocas hojas a tu cuarto y que sepas, que esconder un diario entre dos muebles, no es buena idea.- Dijo con sonrisa pícara.

Había leído mi diario, eso quiere decir que ha leído lo que he puesto de las veces que me he encontrado con él. No podía creerme lo que acababa de pasar.

-Hola mamá, ya he vuelto-

Todos los días al llegar al casa era igual. Hoy me tocó comer unos espaguetis carbonara. Sin duda, mi comida favorita.

Una vez acabé, me lavé los dientes y me senté en el escritorio, dispuesto a hacer la tarea de hoy cuando me doy cuenta de que mi mochila se la había llevado Nash.

*toc-toc*

-¿Si?-

-Nash, soy yo, Shawn. Te has llevado mi mochila por error.-

Cuando abrió la puerta, estaba con la toalla atada a la cintura y con el pelo aún mojado. No me podía creer lo que estaba viendo. Era tan guapo...

-N-Nash... yo... mejor vengo en otro momento, si molesto-

-No digas tonterías, tu nunca molestas- Contestó riéndose. -Pasa, pasa. Creo que la dejé en la habitación.-

Pasé hasta la habitación que estaba al fondo. Nash solía vivir solo ya que sus padres trabajaban fuera todo el día y a veces no volvían en dos días.

-¿No están tus padres?-

-No, mi padre no vuelve hasta la semana que viene, y mi madre hasta mañana no la veo.-

-Vaya... bueno, ya tengo mi mochila, si no te importa, me vuelvo ya para casa, que hoy me han mandado bastante tarea.-

-Espera, ¿te importa quedarte y explicarme una cosa de mates que estamos dando en mi colegio? Se que eres muy listo y seguro que te lo sabes. Serán solo 5 minutos-

-Claro, sin problemas-

-¡Genial! Espera que me cambie y me dices.-

Nash se quitó la toalla quedándose sin ningún tipo de ropa. Cogió la ropa interior del cajón de abajo de su armario y se la puso. Era muy ceñida y se marcaba todo. De seguido, Cogió una sudadera, un vaquero y se los puso. Y se sentó en la silla, encima mía.

-Bueno, lo que quería que me explicases era esto...

Tras 20 minutos de explicárselo, acabó entendiéndolo y me acompañó hasta la puerta.

-Gracias Shawn, eres un grande- Me dijo junto con un beso en la mejilla.

No sabia como reaccionar así que entré en mi casa y me puse con la tarea.



Sólo dos palabras [Shameron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora