16# Mi rey

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-Mamá... Tengo que contaros algo...-

Mi corazón latía muy fuerte. Las piernas me temblaban un poco y no era capaz de articular palabra. Mi madre me puso cara de no entender bien lo que pasaba. De pronto, Cam me agarró la mano lo que me hizo todo mucho más sencillo.

-Os quería decir que... bueno... Cameron y yo estamos saliendo... y... por eso he estado tan ausente en casa estos días.-

-Oh cariño... tenías que habernoslo dicho... parece mentira que a estas alturas no confíes en nosotros. Espero que me lo cuides bien Cameron.-

-Mamá. ¿Por qué te crees que está aquí? En la pelea él me defendió de los que me querían dejar peor.-

En esto mi padre me da una colleja. No de estas que duelen, si no de las que molestan y van medio a broma.

-¡Papá!-

-Parece mentira qué seas hijo mío. Defiéndete como hombre que eres. Qué te guste este muchachote no tiene por qué hacer que tengas que depender de él.-

Mamá, papá y Cameron empezaron a reír. Yo agaché la cabeza poniéndome aún más rojo de lo que ya estaba.

-Disculpen que les moleste.- Dijo el médico mientras entraba por la puerta con unos papeles.- Señor Dallas, está usted dado de alta y es apto para abandonar el hospital cuando lo crea necesario.-

-No se preocupe doctor. Nosotros nos llevamos mañana a estos 2 a casa.-

No pude evitar acercarme a Cam y a abrazarle suavemente sabiendo que en unas horas estaríamos en su casa, él y yo solos otra vez.

Pasamos la noche en el hospital los dos solos. Yo apenas pude pegar ojo, pero él dormía como un tronco. Lo cual me parecía lógico. Me alegra de que esto haya acabado bien.

***

-Es aquí, la 201- dice Cam mientras se desabrocha el cinturón del coche para salir. Le cogí por debajo del brazo haciéndole de apoyo para que no se cayese.

- Si necesitáis algo, no dudéis en llamarnos.-

-Claro, hasta luego papá.-

En cuanto desapareció el coche por la esquina de la calle me giré hacia Cam con una cara de entre felicidad y de ganas que le tenía.

-Y ahora qué, mi rey- Le cogí en brazos haciéndole sonreír y entré con él a casa. Era un peso pluma. Ni con la escayola me pesaba.-¿Cómo te encuentras?-

-Pues la verdad es que un poco tenso. Necesito relajarme en casa.- me dice mientras me suelta una sonrisa pícara. Mi corazón comienza a acelerarse.

-Yo sé una buena manera de liberar tensión. ¿Quieres que te explique cómo va?-

-Ya con que me hagas una demostración me llega.-

Entramos en casa y comienzo a besarle enérgicamente. Solo siento que le deseo. Empezamos a jugar con la lengua. Nos tiramos en la cama, él encima de mí. Me besaba el cuello y me pasaba la mano por el pelo, una de las cosas que me encantaban en este mundo.
Lo tumbé boca arriba en la cama.

-Cam... ¿te apetece?-

-Nada me encantaría más.- me dice sonriente.

Comienzo a desabrocharle el botón del pantalón y a quitárselo con cuidado de no hacerle daño. Tenía las piernas llenas de moratones. Me puse a besarle por encima de la ropa interior hasta que agarré por la goma de ésta y se la retiré. Comencé por lamer superficialmente antes de metermelo en la boca. Primero lento y acelerando el ritmo. Notaba cómo se retorcía y emitía de vez en cuando gemidos de placer. Me acariciaba el pelo y yo le levantaba la vista de vez en cuando para poder ver su cara mientras fruncía el ceño. Se humedecía los labios cada poco tiempo. Cada vez era más intenso, más rápido, más profundo.

-Shawn... creo que... voy a...-

No podía casi articular palabras. Me lo saqué de la boca y lo empecé a masturbar. Un suspiro fuerte salió de su boca. La mayoría lo tenía ya en mi boca. Era un sabor exótico cuanto menos, pero me gustaba. Me acerqué a él y lo besé. Decidimos meternos en cama. Nos quedamos abrazados un buen rato hasta que nos quedamos totalmente dormidos. No quería que le pasase nada más. A él no.

Sólo dos palabras [Shameron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora