Donghae jugaba con su reloj, desajustando las manecillas para luego asomarse a la hora en su móvil y volverlas a su lugar correcto. Llevaba haciendo eso hacia 15 minutos luego de que HyukJae le cortara la llamaba, y para ser sinceros estaba impacientándose.
Se escuchó el ruido de la cerradura y luego el azote de la puerta contra el débil marco de madera, lo que significaba que había llegado al fin, pero a pesar de eso no hizo el menor intento de levantarse y cruzo sus piernas sobre la mesa de centro.
-¡Estoy aquí! ¿Donghae?
HyukJae traía el cabello revuelto como si un huracán se hubiera instalado en su cabeza; la ropa desalineada y lo más inquietante, su labio inferior estaba hinchado, rojo y terriblemente tentador con dos marcas de heridas cerca de sus comisuras. Su aspecto no era el mejor y menos cuando había llegaba a una hora avanzada de la noche, muy avanzada.
-Al menos deberías ocultar la evidencia, maldito cínico- gruño Donghae apartando su mirada del rubio, solo para ocultar la ligera sonrisa que se instalaba en su boca. -¿Lo disfrutaste?
-¿Venir manejando con el tráfico en la principal? ¿O quedarme a terminar la grabación con todo un staff irritado y yo un dolor de cabeza de mierda? Pues, lamento decirte que ninguna de las dos fue agradable.
Eunhyuk se deshizo de su chaqueta y aplaco con sus manos el cabello, soltó un gemido de dolor cuando una mano golpeo su nuca con rudeza y le hizo girarse a mirarlo con cólera. -¿Qué te pasa? ¿¡No has escuchado que tengo jaqueca!?
El pelinegro se encogió de hombros indiferente y palmeo su trasero ignorando una vez más sus quejas. -Vamos a cenar bestia.
Ambos caminaron en silencio a la cocina hasta que estuvieron sentados en los pequeños cojines de la mesa, la comida estaba servida y claramente fría, pero ninguno parecía tener energía como para molestarse en calentarla.
-¿Y qué tal la grabación?
-¡De lujo Donghae!- ironizo HyukJae. -Ya te lo dije, todos queríamos irnos a casa. Por suerte acabamos con todo para que el resto de producción pudiera terminar detalles esta semana.
-Genial- musito, llevándose otro bocado a los labios.
-¿Por qué me dejaron?
-¿Disculpa?
Eunhyuk le lanzo un bollo de la sesta que algún descuidado dejo ahí, y con los dientes apretados refuto: -Me dejaron. Lo creo del resto, pero de mi propio esposo es realmente indignante.
Donghae soltó una risita que bien, elevo el nivel de mal humor de su compañero a grados que solo él podía. -Lo siento, es solo que de verdad estaba cansado y quedarme me pareció una tortura...- es estiro sobre la mesa y tomo ambas mejillas de Hyuk con sus manos, hablando melosamente: -¿Tu no querrás que tu esposito se torture, ah que no?
El aludido chasqueo la lengua y le aparto. -Estaba igual de cansado y estresado, como todos ustedes. Al menos pudiste preguntar.
-Si pude hacerlo- admitió -Lo siento Hyuk.
El resto de su cena se tomó en silencio, uno que no era incomodo pero si muy reflexivo. Se levantaron y fueron directo a la habitación arrastrando los pies como dos zombies que les cuesta cargar con sí mismo; con trabajos se colocaron el pijama y se metieron entre las sabanas y cobertores.
-¿HyukJae, porque llegaste asi?- dijo de pronto Donghae pensando en cuando lo vio entrar a la estancia.
-Estaba teniendo un ataque de ansiedad cuando venía hacia acá, ¿eso lo explica?- el tono de voz del rubio seguía escuchándose con un toque de ironía y sequedad comprensibles.
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Tan fríos como invierno
FanfictionIntroducción: La segunda parte de Juego, truco para conquistarte No todo en una relación puede ir bien, tampoco significa que pasaras un infierno, pero tienes que superar infortunios para alcanzar el cuento, que aunque no es de hadas, si contiene...