Hechizo del pasado

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La penumbra de la madrugada llenaba cada espacio de la ciudad, cada rincón de su habitación, con solo el destello blanco de la luz del corredor escapando por la rendija de la puerta e iluminando apenas un poco el piso. Lo único que sus ojos podía ver con claridad, o al menos su silueta, eran las lámparas a los costados de la cama, a HyukJae perdidamente dormido.... Y sus manos sosteniendo el cigarrillo entre dos dedos.

Aspirando nuevamente y soltando con parsimonia el humo, Donghae pensaba en lo que había ocurrido, que bien podía resumirse a besos, abrazos y alguna que otra mirada penetrante; sin embargo al momento en que quiso profundizar las cosas Eunhyuk le corto con la pobre excusa de que no tenía la energía. En aquel incomodo minuto se mostró comprensivo y no escavo más en el bache, pero eso no significaba que olvidara ¡Y mucho menos que lo dejara pasar!

Lee HyukJae podía ser muchas cosas, pero tenía claro que serle infiel era un extremo que el rubio no quería atravesar, siendo que además de estar en contra de ello, llevar el anillo a todas partes era una prueba evidente de su lealtad. Asi que la decisión de descartar esa posibilidad era mil veces correcta.

Lo único que le quedaba como explicación a que se negara a reconciliarse con él de la manera común de pareja, era que muy en el fondo, HyukJae seguía molesto... o herido.

Llevo el pequeño puro a sus labios y lo dejo ahí mientras sus manos llevaban su flequillo hacia atrás. Cerro los ojos pero más tardo en abrirlos cuando alguien le arrebato el cigarro con brusquedad haciendo caer un poco de ceniza caliente en su pecho.

-¡Joder, idiota!- chillo el pelinegro sacudiéndose, consiente que la zona en su piel estaría roja ahora.

-¿Qué se supone que haces?- gruño en respuesta Eunhyuk habiendo ya encendido una de las lámparas. -¿Desde cuándo fumas?

-Desde los 18- refuto.

-¡No pregunte cuando aprendiste. Te pregunte DESDE CUANDO LO HACES!

-Unas semanas ¿Qué con eso?

Eunhyuk se atravesó frente a él para aplastar (literalmente) la colilla del cigarrillo en el cenicero de cristal con el diseño de una esfera. Lo había comprado hace poco y usado un par de veces, asi que se podía decir que parecía nuevo y eso lo noto rápidamente Hyuk.

-Tú no fumabas- dijo de pronto el rubio, volviendo a su lugar. -No lo hacías, ¿Por qué?

-Simplemente le tome gusto, no es como si fuera un adicto HyukJae.

El aludido le lanzo una mirada asesina, estrujándolo con sus ojos cafés brillosos. -¡AH!- grito por pura frustración -¿Le tomaste gusto? Serás imbécil. No es correcto, tu salud es buena y esto solo te empeorara...

-¿Ahora vas a darme una lección de instituto? ¡Se lo que contiene un cigarrillo, por Dios!

-¡Ni siquiera te gustaban!

-¡Los gustos cambian Eunhyuk, NO PODEMOS SEGUIR TENIENDO LO MISMO TODO EL TIEMPO!

El rubio abrió y cerró su boca, incapaz de soltar algo, cualquier cosa para contradecirlo. De pronto pensó en lo que dijo en aquella pasada llamada....

"Seguimos siendo tan jodidamente infantiles como seguir teniendo peleas tan estúpidas... tal vez nunca debimos llegar más allá de amigos con derecho a roce."

>>Esta pelea es estúpida<< con esa idea bastante clara en su cabeza, se dio al fin por vencido. Estaba dándose cuenta que no conocía a Donghae, no lo hacía del todo como creyó hacerlo, porque comenzaba a ver aspectos, cosas pequeñas que en un pasado no existían, o tal vez no noto dentro de su embelesamiento con el menor.

Tan fríos como invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora