No se apagan los sueños

498 54 6
                                    

Tamborileaba los dedos sobre el volante, nervioso de lo que le podría esperar una vez que el coche tomara su lugar en el estacionamiento subterráneo. El enorme letrero de SM le pareció la misma entrada del laberinto de malos sueños, una puerta que en ese momento no quería atravesar.

-¿Qué crees que sea?- se animó a preguntar al pelinegro sentando a su lado.

-Tal vez es solo para hablar de nuestros proyectos.

-¿Pero eso no necesita de los demás miembros?

Donghae dejo de mirar por la ventanilla y le regalo una dulce sonrisa. –Puede que sea para nuestra subunidad Hyuk.

Un suspiro salió de entre sus labios. Esperaba con todo, todo su ser que fuera asi. >>¿Qué otra cosa puede ser? Fuimos cuidadosos en que nadie se enterara<< Convencido de eso, apago el motor.

-Andando.

>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<<<<<<

La oficina estaba cada vez más cerca, sus piernas apenas se levantaban con el peso de rocas en sus zapatos, y su cuerpo se sentía desfallecer. Donghae noto aquellos síntomas y antes de que pudieran entrar, le sujeto del brazo deteniéndolo.

-¿Qué ocurre?- inquirió confuso.

-No quiero que entres ahí viéndote como si fueras a tu juicio- el pelinegro lo tomo por ambos hombros y le miro directamente a los ojos. –No van a cortarnos la cabeza, ¿entendido?

-Hare un intento.

Los luces estaban bajas y la mayoría de la iluminación venia de afuera, de todos aquellos edificios y colores de la ciudad nocturna, entrando por los enormes ventanales a su alrededor. Pero ninguno prestó atención al paisaje, estaban más preocupados por la figura que descansaba sobre aquella silla giratoria, al centro del escritorio de cristal.

-Siéntense por favor- medio ordeno el director, cruzando sus anchos brazos sobre la superficie lisa. -¿Leeteuk les dijo que estaba buscándolos?

Ambos asintieron, como robots programados.

-¿Dónde estaban cuando llame?

-N-nosotros...- Eunhyuk tartamudeaba, ¿Qué decirle? ¿Que estaban teniendo una cita como en los viejos tiempos?

-Salimos a dar un paseo y visitar a nuestras familias- respondió entonces Donghae, con una seguridad que le pilló desprevenido.

-Hum, ya veo- dijo Soo Man reclinándose en su asiento. –Ustedes usualmente no salían juntos a menudo, al menos no hace dos años ¿cierto?

-Ah...- los nervios se alteraron completamente en sus cuerpos.

-Escuchen, seré sumamente directo- sentencio el hombre, con un aire serio que no hacía más que aterrorizarlos. –Me entere que ambos están metidos en un embrollo. Y digo "embrollo" porque no solo pusieron en riesgo su reputación, también nuestra empresa, y sus propias carreras, ¿comprenden de qué hablo?

Eunhyuk iba a abrir la boca para decir cualquier cosa, cuando la mano de Donghae se posó sobre su rodilla indicándole que guardara silencio. ¿Desde cuándo el menor tenía más autocontrol, que él?

-Díganme muchachos, ¿Cuánto esperaban que durara el secreto? Siendo que soy yo a quien le pertenecen sus contratos, y por lo tanto también debo estar enterado de todo lo que les impliqué- Soo Man apretó sus puños y penetro en sus ojos. -¿Cómo jodidos lograron CASARSE sin mí opinión y peor, como creyeron que esto duraría?

Tan fríos como invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora