Live For Love

CAPÍTULO 7

Ha pasado un año desde la última conversación entre Violetta y Leo. Las cosas habían cambiado bastante. Ella estaba saliendo con un chico, Mel. Lo había conocido en la academia de Bellas Artes. Era un buen chico y bastante guapo. Era alto y musculoso, con el pelo castaño y corto. Tenía unos ojos verdes que encandilaban a Violetta. Ella había cambiado su pelo, en vez de tener unas mechas rubias californianas en su pelo castaño, se tiñó todo el pelo de rubio.
En cambio Leo, siguió luchando contra el cancer. También había empezado una "relación" con Amber. Al final la chica tenía un buen corazón y Leo lo descubrió. Pero desde que se fue Violetta el cancer había empeorado. Cada vez tenía más tandas de quimio, las cuales le hacían vomitar todo el tiempo.
Fue difícil para los dos decir adiós a quien alguna vez dijeron te amo.

Violetta estaba en la cocina de su apartamento cuando notó que alguien la abrazaba por la espalda. Esta se giró y se empezaron a besar. No sentía lo mismo que cuando besaba a Leo pero creía que al final se acostumbraría.
- Mel, tenemos que ir a clase. Así que sería mejor que nos fuéramos preparando.
Él hizo un suspiro de tristeza pero aún así los dos se fueron a cambiar.
Llegaron a la Academia y allí les esperaba Sara, su nueva amiga. Nadie sabía su historia con Leo, ella lo prefería así. Entraron en clase y se sentaron en sus sitios. Enseguida apareció el profesor y comenzaron la lección.
Al salir recibió un mensaje de un número desconocido. Lo abrió y lo que ponía le puso los pelos de punta.
Mel se dio cuenta y enseguida le preguntó qué pasaba. Ella no le contestó y se dirigió al apartamento.
Una vez allí, no pudo contener las lágrimas y empezó a llorar.
Mel esta vez más preocupado. La cogió por los hombros.
- ¿Qué pasa Violetta?
- Leo está en coma.
- ¿Quién es Leo?
Ella se había separado de él para seguir haciendo las maletas pero se dio la vuelta y le contestó:
- Leo es el amor de mi vida. ¿Aún no te has dado cuenta? Yo nunca te he amado Mel.
A Mel le sentó fatal escuchar eso. Violetta lo había dicho sin pensar, pero era lo que sentía.
Sin decir nada más, acabó de hacer la maleta y se dirigió a la estación de tren para volver a un amor que la llevó a la locura pero para ella era la única forma sensata de amar. Fue él quien cambió la forma en la que veía la vida.