Hace más de quinientos años
dos pueblos fueron de sus tierras expulsados,
hoy a uno se le permite volver,
injustamente al otro lo intentan más bien esconder.
A los dos los del norte les robaron sus tierras,
y para no ser asesinados
como esclavos les sirvieron a éstos,
pero aún así los desterraron.
No hubo otro derrotero
que ir a parar a Marruecos,
donde fueron muy bien recibidos.
Algunos decidieron allí quedarse,
otros decidieron a Oriente macharse,
pero la verdad es que por años
ninguno pudo voltearse
para irse a vivir a sus tierras de nuevo.
Pero los descendientes de los ladrones del norte
a uno reconocieron y le consintieron su regreso,
mientras al otro repudian y prefieren en el olvido mantenerlo,
porque de haber expulsado a los primero reconocen el error,
mas pareciera que hasta se sienten orgullosos
de haber expulsado a los otros.
Y no estoy diciendo que esté mal que aquellos vuelvan,
sería eso un pensamiento racista,
pero por Dios, por razones arbitrarias
fueron los dos expulsados
y ambos deberían de ser perdonados.
Digo entonces que hoy no puede hablarse de antisemitismo,
vemos que en este caso
pasa en verdad todo lo contrario,
otra vez ha sido privilegiado el pueblo judío
y es el pueblo emparentado el que está siendo jodido,
porque a los sefardíes se les permite regresar
y a los moriscos de España se le quiere alejar.