Mucho gozo me produce hablarte,
me gusta tanto como el arte,
sea en persona o el internet mediante.
Quiero que tus palabras me cantes,
ver tus ojos de los míos delante,
con tus labios dirigiéndome frases,
reaccionar con una sonrisa elegante
y oír lo que te parece interesante.
Son tus palabras la llave de tu mente,
la manera de saber lo que sientes,
por eso lo que dices considero valioso siempre,
aunque sea un comentario disidente.
En momentos de aburrimiento o dolor
me gustaría estar hablando contigo con mucha pasión,
una charla llena de cálida emoción,
llena siempre de humor
y de cuantiosa reflexión,
como siempre debe ser una conversación.
Te veo a ti en el medio
cuando en el paraíso pienso,
platicando conligo durante tiempo eterno
mientras una rica comida comemos,
esperando que del encuentro
quede el más puro recuerdo.
Hablarte...
es tan hermoso como el arte.