Casi llegaba el momento de irse, faltaba un día para su cumpleaños y tan solo una semana contando para irse por fin a buscar su futuro soñado.
Emma se estaba vistiendo para otro día de jornada en el trabajo. Sería su última semana con sus niños. Después de casi dos años de trabajar con ellos. Probablemente era lo que más le dolía dejar y se juró que cuando tuviera dinero propio, fama y conexiones para que la gente la escuchara, ese día ella misma abriría centros como ese.
Bajo corriendo las escaleras, debía desayunar para rendir el día. Siempre fue maniática con la comida. Tenía que desayunar y cenar, la comida no era de mucha importancia para Emma. Eso se debía a sus jornadas de trabajo y a la costumbre desde niña en querer esperar a sus padres para comer y que nunca llegaran.
Sandree ya estaba en la cocina con Deborah la mujer que se encargaba de la casa.
—Buenos días. — Saludo Deborah y Sandree al mismo tiempo cuando entro Emma.
—Buenos días. — Dijo sorprendida. —¿No deberías estar en el hospital?
—No. —Dijo y se acercó a besarla en la mejilla. — En realidad he decidido trabajar mucho menos. Solamente daré consultas programadas por la tarde.
—Me alegro. — Susurro Emma.
Bastante shockeante fue el hecho de un nuevo integrante en la familia. Ahora su madre ya estaría más en casa. Un leve sentimiento de celo y tristeza cruzo por su cabeza. Aquel ser inocente hizo lo que nadie. Ahora su madre tendría tiempo libre y ella no estaría con ella para disfrutarlo.
—Te llego un paquete esta mañana. — Señalo Sandree a la sala, indicando el paquete.
—¿Para mí? — Pregunto impactada, nunca nadie mandaba cosas a casa. Mucho menos para ella.
—Ábrelo. —Salieron de la cocina para ir por el paquete.
—Es de New York. — Indico Emma con tono molesto. Por supuesto que sería de Daniel. Era el único que mandaría algo para ella un día antes de su cumpleaños.
—Ábrelo ya. — Era evidente la emoción de su madre.
—Wow. — Exclamo, Sandree cuando Emma abrió la caja y Saco de Ella una caja más pequeña que contenía un IPad. —Esta vez se lució Daniel. Deberías mandarle un correo de tu IPad y agradecerle. —Su madre adoraba a ese "Bastardo" pensó, Emma.
Dejo el regalo en el mueble y abrió el sobre que venía pegado a este. Saco una tarjeta y leyó.
Feliz cumpleaños, Emma.
Espero este regalo sea de tu agrado
Dr. Daniel Sanders.
Bastardo y creído, pensó. Ni siquiera era su cumpleaños aun.
¿Quién se creía que era ese hombre? ¿Cómo podía pensar que estaba bien darle regalos caros a alguien que no conoce?
—¿Te gusta? —Pregunto Sandree con evidente duda ante la Cara impasible de su hija.
—Claro que no. Estaba bien con sus suéteres y notas de cumpleaños ¿Quién demonios se cree que es? — El enfado que sintió en aquel momento fue totalmente justificado. Acaso ¿tenía que agradecer como siempre lo hacía por lo material que le daban?
—Hija... — Sandree trato de hablar pero Emma la interrumpió.
—Debo irme. Ten un buen día. —Tomo la caja Del IPad y la metió en su bolso. Salió de su casa y se dirigió al trabajo para comenzar su día.
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High Hopes.
RomanceEmma es una chica de 20 años con problemas de abandono y múltiples inseguridades que intenta esconder diariamente. Después de un acontecimiento que le deja en perpetuo sufrimiento, queda convencida que estando sola y no estableciendo amistades, esta...