Seven Steps ~ Kim Hanbin » iKON

001

Después de dos años, seguimos estancados en lo mismo. Vas y vienes a mi, me usas como un trapo sucio y luego vuelves a tus andadas. Y yo, como una estúpida te creo, te perdono, te espero, porque te amo.

― Me amas? ― pregunte, aun sabiendo que mentiría.

― Si... ― Contesto sin dudar.

Sabiendo todas sus mentiras, seguía esperando que algún día fueran ciertas.

― Entonces no me dejes. ― Le pedí.

― Siempre terminas en lo mismo. ¿A caso no tenes dignidad? ― La dignidad ya la había perdido hace tiempo. ― Ya hemos terminado. ― Esquivó mis brazos que intentaban sostenerlo.

― Por que sos así conmigo Hanbin... ¡Hemos estado saliendo por dos años! ― Grite. Estaba perdiendo la cordura otra vez.

― ¿Y sientes orgullo de ello Yoora? Sigue adelante, toma la poca dignidad que te queda y sigue adelante. ―

Aunque peleábamos muy seguido, su voz dura me hacía sentir lo mas horrible del este mundo. Mi corazón palpitaba demasiado rápido, aunque contuve el llanto, con todas mis fuerzas, estas estúpidas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.

― Deja ese estúpido teatro. Ya no te funcionara Yoora. Por favor, ¡para ya! ― Me miro con esos ojos lleno de ira y frialdad.

Seque mis lágrimas tan rápido como pude. Junte valor, esta es toda la dignidad que me queda.

― Entonces ya no digas que me amas. Ya no me mientas. ― Grite. Sentí un ardor en mi garganta ― Pues muy bien Hanbin, ya te has ido hacia adelante. ChoHee no te reprochara por tu atención, ella ya la tiene. ― Mis puños dolían, había cerrado y apretado con tanta fuerza que mis uñas se doblaron.

― ChoHee no es nadie. Y lo sabes. Te amo, por eso, debemos tomar caminos separados ahora. No puedes continuar así. ― Se acerco a mi cambiando su mirada.

Tal vez adivinó. Tal vez eramos tan predecibles, o rutinarios. Pelear. Gritar. Fingir una huida. Hacer el amor, pero pedir perdón, jamás.

― Te amo Yoora, pero es lo mejor. Mereces algo mejor. Mereces toda la atención... ― Limpio mis mejillas.

― Pero quiero la tuya Hanbin, sos lo mejor que podría llegar a tener. Por que no lo entendes... ¿Por que siempre sos tan inmaduro Hanbin?― Otra vez, las estúpidas lágrimas.

Estaba harta de llorar frente a él, como una idiota. Estaba harta de llorar, de estar sola durante toda la noche, esperando que se acuerde de mi. Pero solo en la madrugada, cuando ya estaba borracho y había jugado con todas las chicas en el club, gastando todo su dinero... Se acordaba de mi... De la única idiota que lo recogería y lo recibiría en su casa.
¡Pues ya no mas Hanbin!

― Entonces ve, ve con tus maduros oppars de la universidad. Ve... ― Me corrío hacia el auto a empujones.

Me empujo, una, dos, tres veces, mi cuerpo ya no era como el de antes, resistir una y otra vez a los maltratos del idiota que amo. Me empujo por cuarta vez y caí. Mis ojos cegados por las lágrimas. Mis piernas débiles se doblaron. Caí en la cuneta de la calle. Mis manos ardían. Mi interior ardía.

¡¡¡LEVANTATE YOORA!!!
¡NO SOS ASÍ, LEVANTATE Y DEJALO!

― Lo... Lo... Lo siento Yoora, no quise lastimarte. ― Viendo mis nudillos sangrando.

Intento ayudarme. Pero lo aparte. Mis manos temblaban, mis piernas también. Mis estúpidas lágrimas dejaron de caer. Me las limpie como puse. Me levante, sacudí mi ropa. Saque mis llaves y me subí al auto. Temblorosa, no podía conseguir insertarla. Los gritos de Hanbin me aturdían. Sus intentos por abrir la puerta me estaban volviendo loca.
Llore una vez mas desesperada. Debía conseguir encender el auto y largarme de ahí.

― ¡Perdóname Yoora! ¡Perdóname! ― Y pude poner en marcha el auto. ― ¡Yoora! ― Grito una vez mas.

Ví por el retrovisor, estaba parado ahí, seguramente esperando que me detuviera y regresara por el.
Pero se dio cuenta, se dio por entendido que no iba a hacerlo. Comenzó a correr detrás de mi. Corrió hasta que se le hizo peligroso entre los autos.

Continuara...