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- Dijiste lo tenias bajo control, dijiste que la tenias de regreso antes de este día. Maldito inútil.

Grito, luego de unos segundos una abofeteada retumbo en el oído de Hanbin.

Jiwon se estremeció, apretó sus manos, haciendo puños.

Hanbin solo permaneció callado de rodillas al suelo. Cuando otra golpisa resonó en su rostro.
Aunque seguía reprochando y criticando todo de su hijo, ninguno siguió escuchando. Jiwon quería tomar a su amigo y largarse de ahí, al igual que él.

- ¿Qué dirá la gente ahora? Cuando por fin estoy subiendo, solo me haces ver como un fracasado frente a los demás.

Pero eso no era nada para él, no significaba nada.

- Debí abandonar a tu madre, a penas supe que estaba embarazada. Debí abandonarlos.

Tales palabras fueron mencionadas. Y el corazón de Hanbin dejo de palpitar, por una enésima de segundo.

El ultimo golpe fue tan fuerte que escupió sangre, con su rostro partido, Hanbin no se echo hacia atrás, espero que su padre saliera de la oficina, entonces pudo soltar respiro.

- Jiwon... - Llamo echado en el suelo. - Llevame a casa. - Pidió con dificultad.

En un santiamén, Jiwon abrió la puerta del departamento, casi a rastras echo a su amigo en la cama.

- Hanbin...

- No digas nada Jiwon, ahora no... - Pidió haciéndose una bolita en la cama.

Jiwon observo el lugar por un segundo, y se puso en marcha hacia la farmacia.

Ese fin de semana paso demasiado lento o demasiado rápido, dependiendo de quien lo dijera.

Hanbin ha estado viviendo una pesadilla el ultimo tiempo, las presiones aumentaban, debía recuperar a Yoora, no solo por el, sino por su padre. La ambición era uno de los adjetivos que lo describía, pero mucho de ello era por su padre.

Cumplir las expectativas del señor Kim eran demasiado altas, demasiado dura y ninguna de ellas eran de gusto de su hijo.

Estudiar dos carreras al mismo tiempo, administración empresarial y comercio interncional, trabajar en la empresa y hasta tener otro trabajo de medio tiempo. Pero en una si coincidían, Yoora.

Desde el primer día en el kinder, Hanbin se había enamorado de ella. Ambos eran tímidos y solitarios. Incluso en ese tiempo, ellos discutían.

Sus familias ya eran unidas, era casi como una obligación que estuvieran juntos. Aunque ninguno se haya percatado de eso.

El lunes llego, las heridas de Hanbin eran demasiado visibles. Jiwon como buen amigo, se las ingenio para ayudarle, compro un cubre bocas negro, una bufanda gris, y lentes de sol, a su suerte, el clima favoreció.

8 am. y Hanbin ya estaba en el edificio.

- Oppa ~ - dijo en voz baja con aegyo.

- No me llames así en la empresa. - se acerco. - Cariño. - susurro.

- ¡Oppa fighting ~ ! - sonrió.

Camino a penas unos pasos, JunHoe miro al rededor para asegurarse que nadie estuviera cerca. La tomo por la cintura y la beso.

- Oppa. - Lo golpeó apartándose. - ¿Estas loco? - susurro riendo.

- Estoy loco, y usted es la culpable. - contesto ofendido, para luego reír avergonzado.

- Tonto...

Yoora no hacia mucho en la empresa, tal vez porque era de su padre, ella se presentaba cada vez que las vacaciones facultativas comenzaban.

Seven Steps ~ Kim Hanbin » iKONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora