Justo cuando escuché el nombre de aquel chico, el cual por alguna extraña razón me hacía sentir diferente cuando me miraba con una de sus típicas miradas: frías y desinteresadas; me sentí absolutamente fuera de mi. Por un lado sentía una extraña emoción de poder estar cerca de él pero por otro lado me sentía algo asustada.
Sonó el timbre y salí corriendo del salón directo a mi casillero. Por suerte esa era la última clase del día. Porter fue detrás mío y comenzó a hacer bromas acerca de lo que había sucedido hace apenas unos minutos. Decidí ignorarlo pero se puso tan molesto que tuve que golpearlo en el brazo para que se callara, tal vez sea una niña pero golpeo como macho.
Estábamos saliendo por la entrada principal dirigiéndonos hacia los autobuses para ir a casa, Porter se reía hacia sus adentros -será mi mejor amigo y todo pero a veces en serio quisiera matarlo. Cuando de repente alguien me tomó por el hombro, era Hugo.
–Bueno, creo que me toca hacer el proyecto contigo– dijo en un tono tan neutro y seco que me dio sed.
–Sí... Creo, jajajaja– respondí entre risitas nerviosas. Porter me miraba con una expresión de burla. Quería ahorcarlo.
–¿Te parece si nos reunimos para planear qué vamos a hacer?– dijo Hugo, igual de seco y serio.
–Claro– me apresure a contestar –Cuando quieras. Porter me miró, esta vez con una cara más pervertida que de gracia. Debí matarlo, no habría sido mala opción.
–¿Te parece hoy a la tarde en tú casa?– dijo Hugo, esta vez algo afanado porque los buses ya iban a partir.
–Claro, no hay problema– dije esta vez más calmada y normal –vivo en la calle...
–No te preocupes, ya sé– dijo él mientras avanzaba hacia los buses –Nos vemos a la tarde– gritó mientras se alejaba. Porter y yo nos quedamos mirándolo raro mientras él entraba en su autobús, es algo extraño que sepa dónde vivo. Después de recuperarnos, avanzamos hacia nuestro bus. Mientras Caminábamos hacia el autobús, Porter comenzó a hacer como si besara a alguien y a repetir "Oh! Hugo, qué bien besas"; no lo dude dos veces y le di otro puño en el brazo, esta vez más fuerte porque de inmediato se quedó quieto.Cuando el autobús llegó a la parada cerca a mi casa, me despedí de Porter y bajé corriendo. Al entrar a la casa estaba Dillon cocinando, algo muy inusual para ser sincera. Así que entré a la cocina para saludarlo y ver qué cocinaba. Pasta, creo que no sabe hacer nada más.
–¿Pasta?¿Otra vez?– dije mientras me acercaba a las ollas.
–Buenas tardes, ¿Qué tal tu día?– dijo él en un tono irónico.
–Ay... hola– dije mientras me acercaba para darle un beso en la mejilla.
En ese momento Dillon se volteo y accidentalmente el beso no fue en su mejilla sino en la comisura de sus labios, simplemente me aparte y salí hacia mi habitación caminando apresuradamente, con un leve sonrojo en mis mejillas...
Decidí ignorar lo que había sucedido y simplemente concentrarme en lo importante. No sabía exactamente a qué hora llegaría Hugo, así que me apresure a arreglarme un poco. Supuse que aun faltaba algo de tiempo para que Hugo llegara así que salí a dar un pequeño paseo por el vecindario para despejar mi mente ya que no podía dejar de pensar en lo que había sucedido con Dillon hace un rato.Tomé mi chaqueta y me dirigí hacia la puerta. No había señales de Dillon por ningún lado, así que salí sin ningún impedimento. Saqué mis audífonos, los conecté al celular y comencé a escuchar música aleatoria que tenía en él. Estaba caminando, observando las hojas de los árboles moviéndose a merced del viento, cuando de repente vi una figura conocida a lo lejos. Era Porter.
Corrí hacia él y lo abracé por la espalda, al sentir mi contacto pegó un pequeño brinco, lo cual hizo que yo estallara en carcajadas.
–¡Pero qué te pasa!- gritó él algo asustado -¡casi me matas de un susto!– agregó. No podía parar de reír, así que Porter me dio un leve golpe en el brazo, el cual yo le devolví con el doble de fuerza.
–¿Qué te pasa?– grité mientras me ponía seria –¡No me pegues!, no ves que soy una dama!. Porter empezó a reír como suele hacerlo, fuerte, tan fuerte que media ciudad podía escucharlo. De repente se calmó y puso una expresión seria con algo de intriga en ella. Se acercó a mí y me susurró:
–¿Ya te viste con el francés?– susurró como si fuese el secreto más grande de su vida.
–No– dije algo triste –aún no– agregué con seguridad y algo de felicidad. Porter me miró fijamente mientras intentaba contener la risa, yo por mi parte procedí a darle otro golpe en el brazo.
–¿Qué haces por acá?– pregunté cambiando el tema.
–Nada que te importe– dijo él volteando la mirada –Me tengo que ir– dijo mientras miraba su celular, que no había parado de sonar desde la mañana. Me dio un beso en la mejilla y se fue caminando mirando su celular. No le presté mucha atención, aunque sí me parecía un tanto sospechoso. Vi la hora en mi celular y decidí volver a casa, Hugo estaba por llegar.Al abrir la puerta, Dillon me sorprendió y comenzó a hacerme algunas preguntas: ¿Quién es él?, ¿De dónde lo conoces?, ¿Acaso fuma?, ¿Es gay?, etcétera, etcétera. No sabia de qué me estaba hablando, así que lo hice a un lado y me dirigí hacia la sala de estar. Y justo ahí entendí perfectamente de qué hablaba Dillon: Hugo estaba sentado en el sillón tomando un vaso con agua.
Me acerqué y lo saludé. Estaba serio como siempre, lo cual me encantaba. Mientras le pedía disculpas por haber llegado tarde, Dillon no paraba de observarnos.
–¿Quieres ir a arriba? Parece que aquí no hay privacidad– dije mientras volteaba a mirar a Dillon quien se estaba haciendo el disimulado.
–Sí, no veo el problema– dijo Hugo mientras se levantaba del sillón. Caminamos hacia el pasillo cuando Dillon me tomó por el brazo. Hugo siguió caminando como si nada.
–Ese muchacho no me agrada– dijo él bastante serio –ten mucho cuidado.
–No te preocupes– dije mientras me zafaba.
–No quiero que estés arriba sola con él– dijo Dillon aún más serio.
–No vamos a hacer nada malo– dije mientras iba detrás de Hugo –lo prometo– agregué. Subí las escaleras y Hugo estaba ahí esperándome.
–Tu hermano es muy sobreprotector– dijo Hugo con su tono neutral de siempre.
–No es mi hermano– dije mientras lo guiaba hacia mi habitación –Es algo así como mi niñero. Entramos a mi cuarto. Hugo se sentó en la silla de mi escritorio y yo me senté sobre mi cama, que estaba hecha un desastre; me abrí un espacio para poder sentarme mejor. Comenzamos a hablar sobre varios proyectos de química que podíamos hacer: encender una bombilla con una patata, revertir la polaridad de un imán pero a final decidimos mostrar cómo se puede acelerar el crecimiento de una planta con ciertos compuestos químicos. Lo sé. Sonaba aburrido pero Hugo fue quién lo escogió y no quería empezar a discutir. Hablamos un poco mas, en algunos momentos de temas muy al azar. Nos dieron las 7:30 P.m, así que Hugo decidió irse a su casa. Lo acompañé hasta la puerta. Mientras íbamos por el corredor hacia la entrada principal, Dillon apareció para despedirse de él. Le dio la mano y lo miró fijamente a los ojos -!Vaya! Hasta a mí me intimido- Ya estábamos frente a la puerta principal. Me disponía a girar la perilla para poder abrirla cuando de repente ésta comenzó a girar lentamente hasta abrirla.
–¡Hola cariño!– dijo mi padre mientras entraba por la puerta.
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La Hija de Calvin Harris
FanficLa vida esta llena de sucesos impredecibles, difíciles de controlar y que pueden simplemente cambiar nuestras vidas de un momento a otro. Justo eso me sucedió a mi. No pensaba enamorarme, pero así fue.... El único problema es que, uno no elige de qu...