Dalia es nacida en un pueblo alejado de la capital. Dalia sin embargo tiene ideas diferentes a las del pueblo, porque Daría es curiosa y tiene sed de conocimiento, de cualquier tipo de conocimiento.Cansada de buscar y buscar por Internet, de escuchar viejos y tontos relatos por parte de ancianos y de ser una ermitaña en su cuarto, Dalia decide salir finalmente y poner en acción todo lo que ha estado recopilando durante su adolescencia. Sale y decide adentrarse al bello bosque de aire fresco y hacer sus propios experimentos. Le ha costado mucho encontrar todos los ingredientes, inclusive algunos tuvo que pedirlos de Internet, sin embargo aquí está, por decisión propia, creando sus propios ungüentos y pociones. Está emocionada, no sabe si funcionarán pero definitivamente desea continuar.
Es demasiado excitante, Dalia no puede contener su emoción. Como es posible que nunca se le hubiera ocurrido hacer algo así antes, en este aburrido y quieto pueblo esto es lo mejor que le va a pasar. Por fin Dalia va a recibir la atención que se merece, por fin va a salir de ese hueco de mierda al que algunos llaman hogar. Solo merece su atención Andrés, aquel chico flamenco e inseguro que le causa a Dalia una inmensa ternura.
A Dalia le duelen los pies la cabeza y las manos, está agotada pero su motivación no la deja descansar, ni si quiera el dolor va a impedir que logra lo que ha estado esperando por años. Mezclas y mezclas, ingredientes exóticos todo para crear un dulce con un dulce con sabor tan extraordinario que esconda su verdadero origen. Lo ha logrado.
Todos en su colegio la elogian por el increíble sabor de tan exquisitos dulces, los vende a 15, 20, 25, cada vez quieren más y no les importa el precio. Dalia sonríe de manera lobuna y simplemente le pide a Alex que realice más. Poco a poco su empresa crece y personas de otros pueblos y de la ciudad se acercan a probar los ahora famosos dulces de Dalia. Poco sabrán de las horribles repercusiones de un inocente confite, pues al final, los hizo una simple niña del campo.
-Y dime mi dulce niña, ¿que tal te fué las flores de jazmín?
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El gato Negro
HorrorUna serie de cuentos o relatos cortos de horror y(o) suspenso. No poseen ningún orden entre sí por lo que pueden leer aquellos cuyo título les llame más la atención. Los temas varían dependiendo de la historia. Poco a poco voy a ir agregándolos a c...