El V14, la zona protegida por el investigador especial Arima Kishou. Éste mismo le llamaban el Dios de la muerte por tener unas habilidades sobre humanas que ningún otro podía igualar.
Kaneki Ken se enfrentó a él, pero sus intentos fueron en vano, la batalla la ganó el segador blanco, sin haberse esforzado tanto, pero recibiendo un rasguño debajo de su ojo derecho.Arima sonrió y lo miró de una manera depresiva, había tenido un sentimiento de tristeza por primera vez en su vida, pero decidió ignorarlo y continuar con su trabajo en la superficie, eliminar al Búho de un ojo o neutralizar la situación.
Se enfrentó con ese demonio, sus pensamientos eran siempre tan curiosos, "¿acaso no podrían dejar de matarse unos a otros y convivir en paz?", obviamente, toda persona que lo escuchara le diría que es algo completamente inesperado y estúpido de su parte, ya que por algo trabaja en la CCG, cuyo nombre lo dice: Comisión de Contramedidas Ghoul, encargada de proteger a los civiles de aquellos monstruos que lamentablemente solo cumplen su cadena alimenticia como todos los seres vivos hacen.
Después de solo cortarle un brazo, la dejó escapar por estar más preocupado por aquel albino que le sorprendió con su tipo de pelea hasta dañar un poco su quinque IXA, informó a su superior Yoshitoki Washuu sobre la situación quien tuvo que resistir la noticia del escape de ese ghoul peligroso.
Washuu le comentó que el joven ya estaba siendo trasladado al Kokuria para ser atendido inmediatamente al no estar regenerando sus heridas.
Solamente lo preocupó, fue a pedir que lo llevaran a ese lugar sin hacer pausas en el camino por querer llegar rápido al distrito 23 cuya distancia era algo corta.
Al llegar bajó del auto, entró y pidió que le revelaran en dónde se encontraba ese ghoul Kakuja que apareció oportunamente en el distrito 20 causando harto alboroto junto a Conejo.
En el pasillo 3 al fondo, corrió y se colocó frente a la vitrina de observación, sus ojos seguían igual, hasta que dio un giro leve en dirección al fornido investigador.
Los nervios de sus ojos se unían, al igual que las otras áreas dañadas; decía entre dientes el nombre de aquél que con su sola presencia y preocupación le apoyó.—A-Arima... Kishou... Quiero verlo y hablarle... Él... ¿Quién es Arima?...
Los científicos no pudieron reaccionar ante tal situación, ¿por qué había nombrado a ese investigador y preguntado después quién era? Existía la posibilidad de una pérdida de memoria por el trauma y las heridas que atravesaban su cerebro, pero llamarlo a él, especialmente a él era algo que provocaba intriga.
Solamente lo trasladaron a una celda para un ghoul SSS, por si se daba el caso de que recuperara su estado antiguo y atacara a cualquiera terminando con la seguridad, asegurando su escape.
Arima Kishou no presentó temor alguno por si era atacado por tan inestable demonio, entró a la celda y le susurró al oído con su voz suave.—Espero un buen comportamiento de tu parte—fue directo con su objetivo—,si haces algo indebido, te mataré. Ojalá no desperdicies tu talento por un intento de escaparte y dañar a los trabajadores de ésta instalación.
—U-usted... ¿Quién es?... —se encontraba llorando, tembloroso y pidiendo ayuda con sus gestos incisivos—. Lléveme con mis amigos, por favor...
—Tus amigos murieron, así que no podré llevarte a ningún lugar —respondió y lo miró, mostrando el vacío que había en esos bellos ojos grises—. Debo retirarme, vendré a verte después.
—¿Murieron?, ¡¿por qué?!
—Yo los asesiné —dio media vuelta y avanzó hasta la puerta, casi al salir sintió como el joven jaló de su traje, impidiéndole avanzar—. ¿Quieres que te ma-?
—¡No me deje solo, por favor! —suplicó llorando como un pequeño que fue abandonado por sus amigos y familia, realmente no había ninguna diferencia, 240, un chico indefenso sin recuerdos, anhelaba ayuda—. No quiero estar aquí, hace mucho frío, por favor, quiero acompañarlo...
—Lo siento, no puedo hacer más por ti—abandonó la habitación y lo dejó ahí, en plena oscuridad—. No sé qué harán contigo.
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Ángeles en el infierno
FanfictionEl lugar en que vivimos siempre estará lleno de desgracias que provocan dolor. Lo que muchos no ven, es que algunos ángeles se encuentran en el mundo humano, un infierno casi imposible de comprender.