Ángeles en el infierno

Capítulo 5

~Narrado por Arima.~

Por un momento sentí tranquilidad.
Todo el tiempo habíamos tenido la forma de una mariposa blanca atrapada, maltratada hasta el grado de tener ambas alas fragmentadas.
Soñé una y otra vez con encontrar al ángel que me liberara de mi dolor algún día. Y en un parpadeo, se cumplió, el ángel más hermoso del mundo estaba junto a mí, con su cabello bicolor algo alborotado.

La pureza que emanaba era la mejor, nunca en el pasado me había topado con alguien así, especialmente uno que posiblemente me llegue a corresponder como tanto he deseado a lo largo de mi vida.

Ya ha pasado tan rápido un año entero, Sasaki Haise avanzó a investigador de nivel 1 y se le encomendó una nueva misión para erradicar una subasta ghoul.

De último momento, recibí una llamada de la persona que dirigía la misión, solicitando mi presencia junto al escuadrón 0, aportando auxilio a cualquiera de las tropas que se encontrara dentro del campo de batalla y estuviera herido.

Inmediatamente que llegué, lo primero que logré ver fue a mi "aprendiz", atacado por el ex-investigador Takizawa Seidou, quien atravesó una ghoulificación al concluir su última misión.

Sin notarlo, con verme fue suficiente para que saliera huyendo del lugar y parara su encuentro con Haise; aunque eso no implicaba que sus heridas sanaran rápidamente, puesto que, eran de alta gravedad.

Me acerqué y antes de ello escuché a Mado Akira llamándome, fallando al voltear, haciendo notable algo respecto a mis orbes.

Ignorando lo anterior, seguí en mi camino y me coloqué a su lado, viendo a una chica de cabello castaño detrás suyo, preparado para escuchar lo peor al respecto, puesto que a leguas se le notaba ser un ghoul.

—¿Qué tienes que decirme sobre ella, Haise? — Cuestioné manteniendo un gesto de tranquilidad, sin sonreír ni mostrar emoción alguna.

—Arima, ella podrá ser de gran utilidad para descubrir sobre el Árbol de Aogiri, quisiera encarcelarla y tomar su custodia. — Replicó con una postura firme, sin saber lo que ocurría del todo, llegué a notar algo incómodo en él.

—Oh, entonces... Mandaré a la escuadra médica para que te atien-

—No es necesario, mejor retírate. — Interrumpió con una palabras tan filosas que nunca esperé obtener de él: algo que destrozaba después de obtener una cálida personalidad suya y sentirla desaparecer de la nada.

—Entiendo, entonces me iré.

Por favor, dime que es una broma, Haise no es así siempre, ¿por qué justamente ahora que me volví a acercar debo recibir eso? Yo... te recuperaré, ¿bien? Pero dime, ¿por qué estás así?

—Adelante, Arima.

Me di la vuelta y busqué a otras personas que requirieran apoyo, pasaba cerca de bastante cadáveres que en su momento no lograba reconocer en lo absoluto.

E incluso con esto que ocurre, quiero que sepas que no he dejado de amarte, ¿lo entiendes? Mis sentimientos por ti, vencerán esto...