Harry exhaló para luego inspirar aire puro, dándose ánimos. A cada segundo que pasaba los nervios se apoderaban de él. Maldición, ¿Por qué estaban tardando tanto?
Sus manos sudaban y su cabello terminaba siendo un completo desastre, tenía la costumbre de pasarse las manos por el cabello cada vez que se sentía nervioso. O morder su labio inferior.
Estaba en un avión, camino a Londres y aún faltaban algunas horas para el aterrizaje. Luego se encontraría con Price, en el apartamento de ella.
Al fin conocería el lugar donde su, ahora, novia vivía. Hacia exactamente siete días, antes de partir rumbo a los Estados Unidos para seguir con el tour y los conciertos que tenían agendados allí, le había pedido que fuera su novia y para su completa felicidad, la chica había respondido un gran y sonrosado sí.
Aquello había hecho soportable aquella larga semana que en USA. Durante aquellos días habían estado en contacto mediante mensajes y Skype, pero aun así la había extrañado de sobremanera. Ella no pudo acompañarlo dado que tenía algunos compromisos de trabajo y estudio, trabajo que Harry aun no conocía.
Realmente se le había hecho una costumbre verla, hablar con ella y pasar aunque fuera solo unos minutos a su lado. Añoraba volver a tocarla, besarla y poder envolverse en aquella exquisita fragancia que ella siempre desprendía. Toda ella.
Con el paso de los días, Price se volvía más importante en su vida, más imprescindible de lo que podría llegar a pensar.
Y solo habían pasado unas semanas desde el día en que se conocieron, no quería ni pensar como sería después, cuando ella se fuera introduciendo más y más debajo de su piel.
Ni siquiera lo había pensado dos veces, cuando les dieron cinco días de descanso, simplemente corrió al aeropuerto más cercano y tomó un vuelo directo a Londres.
Directo a Caprice Carys.
(...)
-Dios que estúpida me he vuelto – Price se regañó a sí misma, mientras recostaba la cabeza en el respaldo de su cama. Un suspiro escapó de sus labios, mezclado con una risilla burlona.
Había revisado por quinta vez su celular a la espera de algún mensaje de Harry o alguna señal de su llegada a Londres.
La noche anterior, cuando recibió un mensaje de él diciendo que estaría en Londres para la tarde del día siguiente, prácticamente había dado saltos sobre la cama. Lo había extrañado demasiado, más ahora que era oficialmente novios y podía besarlo y manosearlo a su gusto.
Cuando él, todo adorable y tartamudeando nervioso, le pidió ser su novia Price se había quedado sin aire, por la impresión, y luego se lanzó sobre él, diciendo un obvio SI y besándolo, sin importarle tener a los amigos de Harry como audiencia.
Y el día siguiente, Harry se había ido a Estados Unidos, mientras Price languidecía...bueno, estaba exagerando. No languideció, simplemente lo extrañaba, mucho.
Para aquella tarde tenía preparada una noche de películas y exquisitos besos, además de la exquisita comida que había encargado. Teniendo en cuenta que la cocina no era una de sus menores calidades, solo cocinaba para sobrevivir, la mejor idea había sido pedir pizza y alguna que otra exquisitez. Harry se lo agradecería.
Dos golpes en la puerta hicieron que Price saltara de la cama y corriera a abrirla, probablemente era Harry y realmente no podía esperar a ver sus hermosos y profundos ojos, además su único pensamiento era los labios del chico sobre los de ella.
-¿Cómo es que...? – su voz y sonrisa murieron cuando vio que quien estaba en su puerta no era el perfecto chico de cabello rizado que la volvía loca.
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Paper Hearts [H.S] #EngrandeciendoAwards
Short Story|PRÓXIMAMENTE EDITANDO| 'Enséñame que el amor es algo más que tomarse de la mano' -✉- © Código: 1603046783327 Fecha: 04-mar-2016 19:10 UTC Licencia: All rights reserved ©