CAPÍTULO 3

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Otra oportunidad.

Las ocho horas de espera se me hicieron eternas, no quería alejarme mucho de la zona del estudio, además tenía miedo de dañar el coche de la compañia. Nunca me habían dejado conducir un coche tan costoso.

A unos veinte minutos andando descubrí un pequeño centro comercial, despues de todo esto era Hollywood y había tiendas por doquier. Me decidí a entrar para pasar el rato y como siempre me había dicho a mi misma no compraría nada.

Había dejado la gorra del uniforme y la chaqueta en el coche para que mi uniforme no fuera tan evidente y me había soltado el pelo, el informe siempre me había parecido algo sexy, constaba de una camisa blanca con una falda azul oscura de tubo que salía de la cintura y terminaba a la altura de las rodillas, con una chaqueta del mismo color para terminar el conjunto y unos tacones bajos de 5 cm. No era lo más cómodo para conducir, pero aunque no me guste admitirlo en la empresa querían que las mujeres no vistieramos pantalones, es lo único que podía reprocharle a mi jefe, pero la verdad es que nunca tuve problema con mi falda.

Había parado a comer algo, apesar de no tener mucho apetito. No sabía por qué estaba tan nerviosa, ni sabía que hacía esperándolo ocho horas por los alrededores sabiendo que me daba perfectamente tiempo de ir a casa, comer y relajarme y volver a buscarlo luego. Seguramente fuera por ser mi primer cliente importante, decidí comer ligero y seguir paseando por el centro comercial.

Y ahí estaba, el sillón de masaje más maravilloso que había visto, aún me quedaba una hora y estos masajes duraban como mucho media hora, asi que decidí ir a por ello.

- Perdone señorita... - Una voz me despertó, espera, me DESPERTÓ.- No puede dormir aquí.

- Lo siento muchísimo deberás, me tengo que ir- Miré el reloj y me quedaban diez minutos para tener que estar en la puerta del estudio para recoger al señor Depp, igual podría llegar a tiempo si corría, no se me daba muy bien correr e iba con el pelo suelto sin la gorra ni la chaqueta, pero sabía que por lo menos debía intentarlo, asi que me eché a la carrera.

Era imposible fingir que no había pasado nada, ya que al girar la esquina de los estudio vi al Sr. Depp apoyado en la carrocería del coche con cara de pocos amigos. Me acerqué con la cabeza gacha hasta el coche, esperaba que perdiera los nervios, pero lo único que le escuche decir fue:

- Vaya, parece que no soy el único que tuvo un mal día.

Lo miré anonada, el soltó una pequeña risa, la verdad es que debería parecer una loca despues de haber estado corriendo por Hollywood en falda ,con el pelo suelto enredándoseme por el viento y en tacones, que aunque sean bajos no dejan de ser tacones. Estaba sudando, eso lo tenía claro, no debía ser algo muy bonito que ver y ahí estaba él, tan perfecto.

- Lo siento muchísimo Sr.Depp, comprendería que quisiera cambiar de conductor, el primer día y ya estoy dando una idea erronea de mí.

-¿Deberas es erronea? - Preguntó mirándome con las cejas alzadas.

- Sí ,deberas, si quiere le cuento lo que pa- no me dejo terminar de hablar

- Pues si deberas es erronea deberia darle otra oportunidad ¿no cree? Para que se pueda probar. Además ni siquiera llego tarde, solo un poco menos uniformada, lo que en mi opinión le sienta bien.

Siempre suya Sr.DeppWhere stories live. Discover now