Siempre suya Sr.Depp

CAPÍTULO 4.

Un trato.

Al oír sus palabras me sonrojé, pero si quería conservar mi trabajo no debía contestar, en la compañia hay una estricta política sobre las relaciones con los clientes, solo podemos tener una relación meramente profesional, de conductor a cliente, así que no me permití ni devolverle una sonrisa coqueta, me limité a asentir pudorosamente y preguntarle si quería regresar a su casa directamente o haríamos alguna parada por el camino.

- No hará falta parar en ningún lado, solo lléveme a casa.- Contestó mientras le habría la puerta del coche para que entrara.

Le cerré la puerta y me dirigí al asiento del conductor.

- Está bien Sr.Depp, por cierto no hace falta que me trate de usted.- Dije mientras arrancaba el coche.

- Ya que hablamos de cosas que no hacen falta, no es necesario que me abras la puerta María, soy mayor, pero no tanto.

- Oh no Sr.Depp, debo abrirle la puerta.

- ¿En tu empresa no dicen lo de el cliente siempre tiene la razón?- contestó con tono gracioso.

- Bueno... sí, pero...

- No hay peros que valgan, yo te hablo de tú y tu no me abres la puerta,¿te parece buen trato?

- Perfecto.

El resto del camino lo pasamos en silencio. Cuando llegamos a la casa me desabroche el cinturón de seguridad y fui a bajar para abrirle la puerta al Sr.Depp cuando una voz me paró.

- María, ¿a caso ya has olvidado nuestro trato?

- Lo siento, es la costumbre Sr.Depp.

- No pasa nada, por cierto mañana no precisare de tus servicios, me gustaría haberte podido avisar antes, pero teniendo en cuenta que es tu primer día...

- No se preocupe.

- Bueno hasta el miércoles.- Dijo con una sonrisa saliendo del coche.

- Hasta el miércoles Sr.Depp.

Me lo quedé mirando por el espejo retrovisor mientras se acercaba a la casa, el me miró y me despidió con la mano, yo le devolví el saludo avergonzada de que hubiera pillado. Arranqué el coche y me fui.