Siempre suya Sr.Depp

CAPÍTULO 11

Llegué a la casa tres minutos antes de la hora, pero estaba impaciente así que reuní valor y decidí ir a llamar a la puerta.

-¿Sí?- Contesto del otro lado una mujer con voz chillona, seguramente el ama de llaves que ya conocía.

- Buenas tardes, soy María, la conductora del señor Depp.

- Pasa niña, el señor Depp dice que aún le faltan un par de minutos.

PUNTO DE VISTA DE JOHNNY.

Estaba hablando por el teléfono cuando oí el timbre de la casa, miré el reloj, ya eran las ocho. Me asomé por la ventana y vi que era María. Terminé mi conversación y le pedí a Consuelo que la dejase entrar mientras terminaba de arreglarme.

La verdad es que desde la noche que me sacó de aquel bar la había cogido un cariño especial, sabía que no era como las otras, pero a la vez me daba miedo abrirme y contarle más cosas de mi vida para que entendiera que era lo que me había llevado a esa barra. Me gustaba pasar tiempo con ella por eso la hice mi conductora habitual y la invité al concierto, había que reconocer que era guapa y tenía personalidad para acompañar. Quería que me dejase de tratar como a su jefe, que se olvidará de sus queridas normas y eso era lo que tenía planeado conseguir aquella noche.

Terminé de abotonarme la camisa y bajé las escaleras. Ahí estaba María hablando con Consuelo. María estaba muy guapa.

- ¿Johnny?,¿Nos vamos ya? Si no llegaremos tarde.- Me había quedado embobado y ni me había dado cuenta de que ya no estaban hablando.

- Sí claro, perdón.

Me dirigí a la puerta, sujetándola para que María pasara.

- Gracias.- Me dijo con una sonrisa.

La respondí que no había problema y nos dirigimos al coche.

Había tráfico pero habíamos salido con tiempo de casa y llegamos al concierto 15 minutos antes.

Salí primero del coche y le abrí la puerta a María.

- Johnny, estoy trabajando, ya bastante  que no llevo uniforme y me voy de concierto con un cliente, así que por favor no me abras la puerta.

- La galantería no se puede cortar María.- Ella volteó los ojos y se rió, lo que me hizo sonreír.

Entramos al concierto por la parte de atrás, pero aún así hubo gente que me reconoció y nos sacó fotos, lo que no me hacía mucha gracia.

PUNTO DE VISTA DE MARÍA

Tenía muchas ganas de ir al concierto con Johnny. Cuando entramos tuvimos que enseñar la identificación, nos llevaron a la zona VIP, era una salita donde había una barra de bar con unos taburetes, un sofá y un aseo.

Aún estaban tocando los teloneros.

- ¿Quieres una copa María?- me preguntó Johnny mientras sacaba un par de vasos de debajo de la barra.

- No gracias.

-¿Porque no quieres o porque estás trabajando?

- Johnny, ¿de verdad no lo entiendes? Vivo en el centro de Los Angeles con un alquiler bastante alto, además de todas las facturas, necesito el trabajo, no puedo tirarlo todo por la borda por algo como beber una copa.

- María no te enfades, te entiendo, solo quería que lo pasases bien. Si tanto miedo tienes a qué te echen que me dices a irte tú, te contrataré yo como mi conductora, no necesitamos un intermediario, es más, me saldría más barato, así no tendrás que preocuparte más por las normas, porque yo pondré las normas.

- Está bien, pero necesitaré un contrato, no quiero arriesgar mi trabajo por nada.- La verdad era que yo también empezaba a estar harta de las normas.

- Mañana mismo llamaré a mi abogado para que redacte el contrato.- Dijo con una gran sonrisa.

- Aun así no puedo beberme la copa, tengo que conducir de vuelta.

- Por una noche podemos llamar a un taxi, seguramente el conductor no será tan guapa como tú, pero nos tendrá que valer.- Dijo con un guiño.

Me puse colorada y me salió una risa nerviosa, lo que pareció entretenerle bastante.

- No te pongas roja María, solo era un cumplido.

Empezamos a escuchar a la gente gritar así que salimos a nuestras gradas privadas, el concierto estaba empezando.