Siempre suya Sr.Depp

Capítulo 2.

El encuentro

Son las siete de la mañana y me acabo de despertar, no me juzguéis ayer por la noche me entraron lo nervios y no podía dormirme, es mi primer cliente fijo y si lo hago mal me devolverán a los horarios interminables e impredecibles y los días pegada al telefóno por si tenía que llevar a alguna niña de papá a una fiesta.

El único problema es que tengo que estar preparada en 40 minutos, y no para cualquier cosa, si no para conducir al señor Depp hasta el estudio en el que grabará su próxima película.

Me levante rápidamente me dí una ducha rápida y me puse el uniforme, dejé que mi pelo se secara miemtras me hacía el desayuno y me lo comía y luego me lo recogí en una coleta baja me lavé los dientes y salí de casa.

Llegué a la oficina a las ocho menos cinco, justo a tiempo, y cogí el coche que me habían asignado para llevar al señor Depp. Por lo que había oído en las oficinas acababa de volver de París para filmar una película.

La verdad es que estaba un poco nerviosa, es difícil no estarlo, por mucho que a mis compañeros les gustara presumir de tener nervios de acero, sabía que a mí me iba a costar.

Tomé el último giro y me sitúe delante de la dirección que me habían mandado por mensaje. Me iba a bajar para llamar al telefonillo e informar de que el coche ya había llegado cuando vi que había alguien esperando en la puerta, miré mi reloj para asegurarme de que, efectivamente, llegaba pronto.

Igualmente me empecé a desabrochar el cinturón de seguridad para bajarme y abrirle la puerta al señor Depp, pero para mi asombro cuando me lo desabroché, escuche la puerta abrirse, parecía que éste iba a ser mi último día, aunque no ha sido culpa mía, tenemos como norma abrir siempre la puerta a los clientes. Esto no estaba empezando nada bien.

El señor Depp se sentó en el asiento trasero y me miró por el espejo retrovisor.

- Buenos días, señor Depp, mi nombre es María y soy su nueva conductora. - dije con una sonrisa.

- ¿Dónde está mi conductor habitual?.- preguntó con un tono cortante

Empezamos mal, pensé.

- Se jubiló hace un par de meses, lo siento si le es inconveniente.

- No, está bien.

Esa fue toda la conversación que mantuvimos hasta que llegamos al estudio, esta vez si que me dio tiempo a bajar del coche y abrirle la puerta, no esperaba mucha cortesía, pero no cruzó palabra conmigo, simplemente saliódel coche y entró al estudio.

Pensé que todo sería distinto, pero una no sabe que esperar de alguien de su calibre, asi que no le dí mucha importancia. Tenía que volver a verlo en ocho horas cuando tenía que recogerle, no sabía si tenía muchas ganas.

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Perdón por haber tardado tanto en actualizar, a partir de ahora intentaré subir capítulo todas las semanas :)