La proposición.
Cuando colgué el teléfono no me lo podía creer, acababa de quedar con Johnny, era para hablar de trabajo, pero eso no hacía que mi corazón latiera menos fuerte, he de confesar que desde que hizo el comentario del top negro había vuelto a sentirme como cuando hace 10 años miraba su cara en los posters de mi habitación antes de irme a dormir, y aunque sabía que seguramente solo lo hubiera dicho para conseguir una reacción en mí no podía evitar las mariposas que estaba sintiendo al pensar que en menos de media hora iba a estar con él.
¿Menos de media hora? Vivo a 15 minutos del restaurante del cuál Johnny me había dado la dirección, tengo que darme prisa.
Me acabo decidiendo por unos vaqueros oscuros y una camisa blanca de estilo ibicenco, me dejo el pelo suelto y por falta de tiempo solo me aplico eyeliner, máscara de pestañas y un poco de gloss. Cuando miro el reloj me doy cuenta de que el tiempo que he pasado intentando hacer que el eyeliner se viera igual en los dos ojos ha pasado factura y voy 5 minutos tarde, así que salgo corriendo de casa cogiendo el bolso y cerrando con llave la puerta.
Cuando llego al restaurante me recibe un señor, que parece ser el metre, ya que me pregunta si tengo reserva y le digo que he quedado con Johnny Depp y espero que no piense que estoy loca, pero al parecer ya estaba avisado.
- Debe de ser usted la Srta. María.
- En carne y hueso. - contesto con una sonrisa y una risa nerviosa.
Me acompaña hasta la mesa, donde me retira la silla para que me siente y se excusa diciendo que cuando estemos preparados para pedir vendrá un camarero a tomarnos nota. Y ahí está, más guapo de lo que lo había visto antes, al observar su ropa me doy cuenta de que llevamos casi la misma ropa, y he de reconocer que aunque el negro le sienta bien el blanco hace resaltar su bronceado y le sienta como un guante. De repente se ríe, y me doy cuenta de que debo parecer una pervertida porque llevo un buen rato callada simplemente admirándolo a él y a su perfecto bronceado, así que como es natural se me pone la cara de un color que nada tendría que envidiar a un tomate.
-¿Te gusta lo que ves María? - me pregunta con una sonrisa llena de picardía.
¿Qué se supone que debo contestar a eso? Claro que me gusta lo que veo, de hecho me gusta mucho, pero no puedo decirle eso. Así que prefiero no responder y bebo agua, esperando poder tragar mi vergüenza con ella. Hemos venido a hablar de trabajo así que intento cambiar el tema.
- Bueno Sr. Depp ¿Vamos a hablar de la "proposición profesional"? - había sonado un poco borde, pero sólo quería que no siguiera con aquello.
- Me gusta tu entusiasmo, pero ¿qué tal si pedimos primero?,¿ya sabes que quieres pedir?.
- Sí. - había venido una vez a este restaurante con Laura hace algún tiempo y la pasta carbonara que hacen aquí es increíble.
Johnny llamó al camarero educadamente y nos tomó el pedido. Cuando se fue Johnny se me quedó mirando un rato, casi igual que yo lo había mirado a él hacía un rato, pero su mirada sobre mi era mucho más intimidante, de repente me sentí consciente de todas mis imperfecciones y quise esconderme debajo de la mesa.
- Estás muy guapa María, me gusta verte con el pelo suelto- y al parecer me tocaba sonrojarme otra vez, solo con un par de palabras conseguía que se me acelerara el pulso.
- Gracias Sr. Depp. - contesté mirando a mi copa de agua ya que no podía mirarle a los ojos, quizá si no trabajaba en la empresa sería diferente, pero en mi posición no podía hacer otra cosa y mi voz tampoco parecía estar por la labor.
- No hace falta que me llames Sr. Depp, María.
El camarero vino con nuestra comida. Tenía una pinta estupenda.
- En realidad tengo que hacerlo- y después de una pausa añadí un - Sr. Depp. - lo que hizo que sonriera y pusiera los ojos en blanco lo que me hizo gracia.
- Bueno eso me lleva a la "proposición", verás María, ésta mañana he llamado a tu empresa y les he pedido que trabajes para mí en exclusiva, pero eso significa que tendrás que estar pendiente del teléfono, ya que podría llamarte en cualquier momento para que me lleves a algún sitio al que necesite ir, obviamente también tendrás algún día libre y un aumento de sueldo por no tener un horario fijo. No tienes que responder ahora, pero me gustaría que lo pensaras. Tu compañía es mucho mejor que la de Gordon, tu predecesor y he de decir que disfruto de pasar tiempo contigo.
No necesitaba oír más, pero no quería parecer desesperada aunque parecía difícil, no sólo iba a recibir un aumento de sueldo si no que pasaría más tiempo con él y acaba de decir que le gustaba pasar tiempo conmigo.
- ¿Puedo darte un a respuesta mañana?
- Claro, tómate todo el tiempo que necesites.
Sólo tengo una duda.
- Sr. Depp, ¿por qué me está diciendo usted ésto? ¿No lleva el Sr. Walker éstas cosas?
- Johnny, llámame Johnny, ahora que vamos a pasar más tiempo juntos prefiero que me llames así, y como te acabo de decir, he decidido proponértelo yo porque me gusta pasar tiempo contigo. - lo dijo con una sonrisa que hizo que casi se me olvidará respirar.
El resto de la comida se me pasó rápido, me pregunto de donde era mi familia y le expliqué que era de España, y que había venido a los Estados Unidos cuando cumplí los veinte, al principio como au pair y luego cuando decidí quedarme empecé a trabajar de camarera, hasta que hace cuatro años vi el anuncio en el periódico de Limousines LA y decidí apuntarme a la oferta, me preguntó sobre mi infancia y lo que me llevó a venir a Los Angeles en vez de a cualquier otra parte y cuando nos quisimos dar cuenta ya era la hora de irnos, Johnny pagó la cuenta de nuevo pese a mi insistencia de que no era necesario, pero al parecer era un caballero.
Cuando salimos del restaurante me dijo que hoy no hacía falta que le llevara, ya que había venido en su propio coche, no pude aguantar y le pregunté que si sabía conducir, porque necesitaba un conductor y amablemente me contestó que simplemente odiaba conducir en tráfico y LA estaba siempre lleno.
A la hora de la despedida no sabía que hacer así que extendí mi mano lentamente, pero con una risa la apartó y me dió un abrazo, corto, pero un abrazo y se despidió de mi y en ese momento me sentí muy feliz orgullosa de mi misma por encontrar mi voz y devolverle la despedida entré en mi coche rápidamente y solté el aire que estaba aguantando desde el abrazo.
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Siempre suya Sr.Depp
FanfictionMaría es conductora de limusinas, y por fin va a conseguir trabajar para un famoso, Johnny Depp.