El Chico Mafias.

10

- bien , Montesco ya te iré informando.

Bill se me quedaba mirando intrigado, sabía perfectamente en que estaba pensando.
Estrecho la mano del hombre de barba blanca y yo me despedí saliendo del local. Acercándonos al taxi notaba a Bill algo raro.

- va, dímelo.

Bill- ¡¿ya te iré informando?! ¿Enserio?... ¿Pero tu has visto el tatuaje que me ha hecho? Es perfecto... No entiendo aún como no le has dado la plaza directamente...

- a ver Bill...

Le decía de camino al taxi.

- lo ha hecho muy bien si, tiene que perfeccionar ciertas cosas pero de puta madre. Lo que pasa es que yo tengo que asegurarme antes de dar plazas a lo loco, tengo 10 candidatos y sólo 5 puestos. Imagínate que le doy la plaza a los 5 primeros que veo que lo hacen medianamente bien, y llegó al 6 candidato, y me sorprendo con el porque lo hace el triple de mejor que los otros cinco. ¿Que hago? Me jodo básicamente. Por eso le he dicho que: le iré informando.

Bill andaba mirandose todo el rato el tatoo de Fiti que le había hecho el hombre en el brazo, pareció convencido de mi explicación.

Taxista- buenas tardes señor DiMarco

-buenos días Marcos.
Llevanos al hotel ya, por hoy hemos acabado.

Bill estaría conmigo en todo el trayecto en busca de cada tatuador, es mi conejillo de indias, y a el tampoco le importaba así que todo estaba bien.

....

Bill- joder tío, este hotel es la hostia. ¿Cuántas estrellas tenía?

- 5, y para de saltar encima de la cama, que lo vas a desastrar todo.

Bill estaba entusiasmado, es cierto que el hotel era una maravilla: camas de agua, vistas al mar, televisiónes que salen de las paredes con apretar a un botón, y sala de cine a un solo paso... La verdad es que no estaba mal.

Bill- mira, esto es el folleto de las cosas que hace el hotel.

- muy bien.

Bill- hacen hasta obras de teatro por la noche, ¿quieres que vallamos?- me dijo Bill con una sonrisa de oreja a oreja y observando su querido folleto.

- ¡¡!Guau!!! ¿Obras de teatro? ¿Enserio? ¡¡No me lo creo!! ¿A ver?

Le dije eufórico e ilusionado. Bill igual de eufórico me alcanzó el papel diciendo repetidas veces: flipa flipa.
Una vez en mis manos cambie radical mi gesto de la cara a serio y rompí el folleto.

-no gracias.

Bill- ¿tío eres torto? Me molaba ese folleto joder.

- pues baja a recepción y coge otro.

Bill- si hombre... Bajas tú, y si no no habérmelo roto, mal amigo.

Y se cruzó de brazos sentado en la cama con cara de enfado.

- esta bien... Ahora vuelvo cansino.

Salí por la puerta y me dispuse a bajar por el ascensor... Pero me lo pensé dos veces... Pff esque son 10 pisos... Mejor escalera.

Y baje corriendo como siempre las escaleras hasta llegar a la sala gigante de recepción, fui hasta la mesa principal y cogí un dichoso folleto.
De repente me percaté que en una parte de la sala principal estaba llena de gente, formando un coro.

-oye, disculpe, ¿que están haciendo allí?

Empleada- una sesión de fotos a unos modelos para patrocinar el hotel.

¿ así que una sesión de fotos? Seguro que habían tías buenas, me acerqué al corrillo de gente y fui apartando personas hasta llegar al medio, donde habian un par de hombres casi en bolas posando y una muchacha haciéndoles fotos con una cámara casi más grande que ella.

Los modelos eran hombres "musculosos" y pongo las comillas en la palabra musculosos porque tampoco era para tanto, eran críos, de 19 y 20 años seguro.

Fotógrafa- bien, un descanso de 5 minutos. Podéis ir a beber o al baño.

Que mandona era la chica esa para ser tan pequeñaja, era como un duende de jardín dando órdenes.

Entonces la chica empezó a recoger un poco las cosas que más estaban por el medio, el grupo de gente que lo rodeaban se dispersó.
Me dio pena con lo pequeña que era verla recoger objetos de adornos tan grandes.

- trae, yo te ayudo.

Le dije quitándole una gran caja pesada de las manos.
Ella se me quedó mirando. Frunció el ceño pensativa.

Fotógrafa- ¿ a ver? Deja la caja en el suelo.

-¿como?

Fotógrafa- hazme caso.

Y yo algo extrañado obedecí