Al fin la encontré...

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"-¡Alberto!

-¡Emily!

-N-nunca me había sentido tan cerca de la muerte

-Descuida... yo lo daré todo... ya hiciste demasiado, pequeña

¡Carolina! No he terminado contigo.

-¿Vendrás a pelear por lo que le pasó a Emily? Tranquilízate, en estas condiciones, ella se irá pronto... Ahora sí puedes decir que las chicas se mueren por ti...- En tono lastimoso.

-No me subestimes...

-Sólo te gusta hablar pero jamás actuar, tal vez por eso "tu chica" debe mostrar la cara por ti. Tal vez debas irte, es hora del té.

-Desperdicias tus palabras, no lograrás hacerme enojar.

-¡Genial! Pero, ¿Sabes a quién sí puedo dañar? ¡A esta nenita! ¿Verdad, Emily?

-¡Suéltala!

-¿Quieres que te suelte, preciosa?- Dijo mientras le tocaba el cabello"

La tomé de su coleta con mucha agresividad y la aventé.

Tal vez estuvo mal, tal vez no.

Carolina se encontraba muy débil, entre sus quejidos y llantos, dijo

"-Alberto... yo morí amando a un chico...

Me recuerdas mucho a él... El rencor que aún le tengo, se descargó sobre ti por esa razón...

Su nombre es Mágalo. Era verano.

A él le gustaba fumar, y como todos los días, lo seguí a su lugar acostumbrado... Pero al cruzar la calle, se le cayó el encendedor.

Un camión de carga iba pasando y yo hice lo que cualquier chica cegada por los efectos del amor haría... Corrí sin pensarlo y lo salvé.

Al ver mi cadáver, lo mejor que pudo hacer fue decir: 'Me alegra que esta chica haya fallecido, su rareza me incomodaba y además, siempre me seguía adonde quiera.'

¿Te imaginas si Emily te dijera eso?

Envidio el amor que se tienen... Tan perfecto y sincero... Pero... ya déjame, es hora de partir

-¡No! Vámonos a la enfermería

-Y... ¿Y Emily?

-¡Emily!

Me acerqué rápidamente a ella y verifiqué que aún viviera.

-¡Emily! ¡Emily! Por favor, háblame

-A-alberto

-Sí, ¿Qué ocurre? Aquí estoy para ti

-Lleva a Carolina... yo podré alcanzarlos más tarde"

Fuimos a la enfermería de La Cabaña del Desprecio, tuvimos que mentir diciendo que no identificamos al agresor.

La enfermera... Se comportó muy amable, sobretodo conmigo, de hecho, ella era una novata, nos comentó que no toleró más vivir sola; la muerte de su hijo la atormentaba...

"-¿Por qué nos dice esto, siendo unos extraños?

-Porque cuando te vi entrar, sentí que vi a mi hijo... Pero, se vale soñar.

-Yo... Fallecí un 15 de mayo de 2003, en un hospital de Soyopa, yo había nacido, también muerto.
Lo único que escuche, fue: 'Lo siento mucho... este niño nació muerto-...

-A causa de ahorco con el cordón umbilical. No hay nada por hacer... mi más sentido pésame'-Dijo asombrada.

Más que una sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora