A la mañana siguiente al despertar solo esperaba a que mi celular sonara para fijar la hora en la que saldríamos, ¡mierda! Me dije, ¿por qué estoy asi?, ¡mátame mundo!
Por fin, mi celular sonó. Atendí rápidamente, pero no era él, era un estúpido llamado de esos de compañía que solo hacen publicidad y promociones. volvió a sonar el celular y bueno, esta vez si era él, mi aspecto mostró aquella sonrisa que me se tornaba cada vez que, o le veía o escuchaba su voz.
A las 20:00 pm Dimitri paso por mi. fuimos a Starbuck, tomamos un café y comimos algo, después fuimos a caminar a la playa, fue todo muy agradable, estar así me traía muchos recuerdos. En aquella playa estaba todo tranquilo, calmado, no había mucha gente, estábamos casi a solas.
–¿Tienes frío?- me preguntó.
–no... bueno, en realidad si esta un poco helado.Entonces el puso su chaqueta alrededor mío abrazándome con una delicada sonrisa en su rostro y dijo:
-¿Puedo decirte algo?
-Claro, dime.
-Es que... –comenzó a tartamudear.
-¿Qué sucede Dimitri?, me estas asustando.
–Aun me gustas, aun estoy enamorado de ti, aun te recuerdo desde la última vez que te vi, cuando estábamos en aquella playa frente al mar mirando el atardecer!!, aun recuerdo la última vez que te dije que te amaba!! Y aun te amo!... Suspiró.No podía creer todo lo que me había dicho, por un momento me quede helada, pero sentía por dentro gran satisfacción, alegría, porque siendo sincera yo sentía lo mismo por él, solo que no me atrevía a decírselo, tampoco me atrevía a asimilarlo, ya, la verdad es que no me quería volver a enamorar, sentía que el amor era algo estúpido, algo que solo era por momentos, algo que solo causaba sufrimiento. Antes tenía miedo, tenía miedo a decirle algo y que me rechazara, creí que me vería como una simple vieja amiga de su infancia. Es tan ilógico, porque una parte de mi quería que así fuese, que solo me tratara como una simple amiga, pero también quería que sucediera algo más entre nosotros, pero bueno, quien me entiende.
Me sonrojé, cuando entonces el dijo:
–lo siento por ser así, tan directo, pero tenía que decírtelo, no me aguantaba más, la primera vez que te vi por la calle no solo me resultaste conocida, sino que ya sabía que eras tú, nunca deje de amarte, fuiste y aun eres mi primer amor.
–Dimitri - le dije – no se que decirte, debo admitir que siento lo mismo por ti, que nunca deje de pensarte, cada día recordaba cuando eramos jóvenes, nos divertíamos, hacíamos muchas estupideces y aun así la pasábamos bien, si, aun siento que mi corazón palpita cada vez más y más rápido cuando te veo, no te lo dije antes porque tenía miedo de que me vieras como una simple amiga, tenía miedo de que me rechazaras...No pude decirle que estaba algo confundida, que mi cabeza era un lío.
Entonces Dimitri poso sus manos agarrando mi cara con una inmensa delicadeza mirándome fijamente y diciendome, jamás vayas a tener miedo de nada cuando estés conmigo, yo te cuidaré y nunca te dejare sola. No puedo creer que esas palabras hayan calmado mi alma.
Estaba a punto de dejar caer las lágrimas que se tornaban en mis ojos, cuando él se acerca lentamente y me susurra al oído quédate conmigo, luego tiernamente me besa. En ese momento mi estómago estaba revuelto, lleno de mariposas, un cosquilleo en la panza que no me dejaba tranquila, fue todo perfecto y esto viene de mi, al decir que la perfección en esta vida no existe. ¿Puedo dar un ejemplo cierto?, Da, es mi historia, puedo hacer lo que sea, la cosa es así, como cuando escucho o veo a otra persona creyéndose mejor que otros, odio a ese tipo de personas, no son superiores a nadie, solo intentan tener algo de atención, no se sienten conformes con lo que son y quieren hacer creer a todos que son los mas perfectos, siendo que deberían ser perfectos para ellos mismos, no para los demás... eso, no se si me desvíe un poco del tema pero que más da si como dije antes, esta es mi historia. Ahora podría decir que en mi mente estar a su lado era perfecto. Qué me estaba ocurriendo, yo no era así, tenía que parar, pero no sabía como.
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"Perfecto"
Novela Juvenil-Basta! Solo olvida el día que nos conocimos. Olvida el primer momento en que me hablaste. Olvida todas esas cosas que me hacían reír. Olvida aquel día que estaba triste y tú me consolaste. Olvida mi inseguridad. Olvida la primera vez que me di...