Capitulo 4
Diego me lleva al piso más alto del edificio, donde vive la reina Clayris y hace todas sus cosas.
Recuerdo que en la antigua Roma los gobernantes eran todos hombres, y saber que en un planeta tan desarrollado como este, tienen una reina mujer me gusta.
Diego toca la puerta dos veces e inmediatamente un señor con muchas armas cruzadas delante de su pecho nos abre.
-¿Qué quieren?-nos dice serio.
-Hablar con la reina-contesta Diego.
-La reina no desea hablar con ustedes-dice en tono burlón-Está ocupada.
-Tenemos que hablan con ella. Traigo a la Rayka de la profecía-dice Diego y el hombre de las armas me mira de arriba abajo formándose una idea sobre lo que soy sin siquiera conocerme.
-Si ella es la Rayka, creo que será mejor rendirnos-dice el hombre e inmediatamente se da vuelta, sin dejar que le pueda contestar.
Diego no dice nada, esperamos a que el hombre volviese para indicarnos que podemos hablar con la reina, pero no lo hace. En su lugar aparece una pequeña anciana de cabellos blancos, algo gordita, un poco encorvada y muy baja.
-¿Tú eres la Rayka?-dice pero no me mira.
-Soy Kyara-digo ya que estoy comenzando a odiar de que me llamen Rayka en vez de por mi propio nombre.
-¿Eres la Rayka si o no?-exige la mujer.
-Si-digo en un suspiro.
-Soy Irma, sígueme-dice y comienza a caminar con paso apresurado, y yo la sigo unos pasos más atrás y Diego me sigue a mi lado con postura relajada.
Caminamos por un pasillo largo de color mostaza, sé que suena horrible pero la verdad es que con la iluminación se ve muy hermoso. Una puerta de madera, que se ve muy pesada, se nos pone en nuestro camino. La pequeña anciana gira la manilla y fácilmente la abre ‘No es para nada pesada’- pienso ya que si esa debilucha anciana puede abrirla, cualquiera lo hace.
-Desde aquí solo la Rayka entra, joven hermoso-dice la anciana antes de que Digo pueda pasar. ‘Asco’, pienso cuando la anciana le dice “joven hermoso” a Diego.
Diego se queda detrás de la puerta mientras nosotras avanzamos. La habitación en la que acabamos de entrar es muy acogedora: alfombra con figuras, un techo alto del cual en el centro cuelga una hermosa y gigantesca lámpara, ventanas con cortinas de color turquesa, un librero lleno de libros, una chimenea encendida, sillones y una silla para uno la cual se ve muy cómoda.
-Espera aquí-dice la anciana y se dirige hacia una puerta que está al lado de la chimenea.
Sale de la puerta una mujer alta de cuerpo esbelto, caderas pequeñas, rubia, de tez blanca como la porcelana y ojos azules.
-Así que tu eres Kyara, nuestra Rayka-dice la reina Clayris que tiene una voz muy armoniosa y dulce-Yo soy la reina de Thrutter, Clayris.
-Lo sé-digo y me siento una completa inútil.
-Siéntate, hay muchas cosas de que hablar-dice con armonía y me indica los sillones para que me siente. Cosa que hago-¿Sabes por qué estás aquí? ¿Quién eres realmente? ¿Y cuál es tu misión en Thrutter?
-Más lento por favor-digo ya que muchas preguntas al mismo tiempo hace que me de vueltas la cabeza-La verdad es que solo sé con claridad que Thrutter y Churchaylis están en guerra.
-Correcto-dice lento-Churchaylis es una colonia nuestra. Ahí se encuentra el alma de la Tierra, cosa que ellos no saben ni nadie aparte de nosotras dos. Los sivox, así se les llama a los habitantes de Churchaylis, tienen inconscientemente el 'poder sobre el alma. Es por eso que una rebelión, acabaría con la Tierra. No sé si Max o Diego ye contaron pero los habitantes de la Tierra viven nuestro pasado, mientras que nosotros vivimos el futuro ¿pero quién se encarga del presente? Los sivox, es por eso que una rebelión acabaría con todos nosotros y con ellos también.
