Capítulo 1

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Llegó a su casa después de un rato sacando las llaves de su viejo pantalón color negro desgastado, odiaba ese tipo de ropa desde aquel momento en que intentó ponerselo con una camiseta negra nueva viendo lo desgastado que estaba alterando la combinación de laa prendas.
Al sacar el objeto estas se cayeron al suelo, bufó antes de agacharse lanzando un quejido para cogerlas e introducirlas en la cerradura.

-Siempre te pasa lo mismo... ¿A que si Cipher? -Dijo burlón su vecino con el cual no solía hablar mucho.

-Cállate Cone, molestas.

-Con esa actitud tus libros nunca llegarán a California -Amenazó este, Wirt, un joven no mayor de 20 años amante de la literatura había estado observando a su vecino durante unos sólidos tres años, leía todas sus novelas ligeras, libros incluso este llegó a realizar comics pero no los publicó, terminaron en la basura y después en manos del castaño, tenía cierta admiración hacia el rubio, no tan grave para llegar al fanatismo, sino una simple atracción hacia lo que intentaba proyectar Bill en las hojas.-Por cierto... Si vas a tocar piano, que sea una melodía no sé, más animada. -Bill giró los ojos para meterse a su casa azotando la puerta tras de si, ahora siquiera podía tocar la música que le gustase ya que el menor se quejaba. Pero, en primer lugar ¿Por qué escuchaba tan atento? Rió un poco antes de lanzarse al sillón color azul marino situado en la sala, como amaba ese sillón.

Tomó su celular y comenzó a teclear un par de cosas.

"El chico cortaba su carne y mientras miraba sus heridas al rojo vivo acompañaba aquel carmín con algo de alcohol"
-Esto es tan basura... -Dijo borrando todo para comenzar a teclear otra cosa que no tardó en igualmente borrar -Necesito una idea nueva mierda... -Los de la editorial le habían sugerido sacar mínimo un libro cada tres meses, para no quedarse en el hoyo y poder subir en ventas y demás.
Sus hermanos eran exitosos en ese ámbito pero, la diferencia es que sus hermanos escribían por simple tiempo libre y hobbie, en cambio él, lo hacía para sobrevivir.
Fue directo a su blog para poner lo siguiente.
"Las ideas son como las ramas de un árbol, entre más riegues al árbol, más grandes serán sus ramas pero, lamentablemente a mí ya se me acabó el agua" en aquel aspecto poético dramático era un experto, manipular la mente humana con base a letras era lo que lo hacía sentir alguien.

Lanzó el teléfono hacia la mesita de centro mientras se levantaba en dirección hacia la cocina, tomaría un poco de zumo de naranja el cual, aunque ya estuviese caducado sabía bastante bien a su parecer.
Abrió el refrigerador para pararse frente a este inspeccionando cada uno de los escalones del aparato en busca de su grandioso nectar rancio, daba pequeños golpes con las yemas de los dedos sobre la puerta de la nevera.
-¡Ajá! -Exclamó mientras se agachaba un poco para coger el envase, abrirlo y pegarle los labios para dar un largo sorbo.
Una luz se vio en la pantalla de su teléfono acompañado de varios zumbidos y tonos, se trataban de notificaciones que tarde o temprano vería acerca de su publicación.

Aburrido sería checar una por una.

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