Ya más calmado, o eso aparentaba se encontraba sentado en el sillón leyendo con la cabeza de Dipper en su regazo, de vez en cuando repartía caricias en esos cabellos castaños que tenía debajo. El libro de Dipper ya estaba casi listo para ser publicado.
-Bill -Llamó este abriendo los ojos con un leve rubor en las mejillas.
-¿Qué pasa? -Preguntó
-Me quedan tan sólo dos semanas más en Gravity Falls... -El silencioso invadió la habitación. ¿De verdad el tiempo había pasado demasiado rápido? -Se preguntó Bill, ya le había agarrado afecto al otro y aunque no lo demostrara, lo quería a pesar de todo.
-Dipper, no sé si suene atrevido pero... ¿Te gustaría quedarte a dormir hoy? -Preguntó sin despegar la vista de su libro, se trataba de uno escrito por su ahora difunto, hermano William.
Una cínica sonrisa se dibujó en el rostro del castaño esperando que el otro no lo hayase visto, que creía que no, sino ya estuviese empujándole a un lado, evitándolo a toda costa.
-Claro, me quedaré -Era su oportunidad, su única oportunidad para realizar lo que planeó desde aquel día que llegó a la casa de Bill, el nivel final.
El rubio se inclinó un poco haciendo el libro de lado para tomarle por la barbilla y voltearlo, plantándole un beso, Dipper se estremeció, lo había tomado por sorpresa.
Fue profundizando el beso de a poco para después separarse jadeante, sin sonrojo ni nada, el mayor era muy indiferente en ese aspecto. En cambio el otro, inclusive se sentía caliente.
