¿Sabes que es hermoso Cipher?
El tener una oportunidad, una hermosa y única oportunidad de conocer a la persona que amas en persona, quizá te parecerá apresurada la palabra "Te amo" pues recién me conoces y consideras alguien en tu vida, lo cual lo dudo, sólo me habías buscado para pedir perdón y no sentirte culpable por dentro, o quizá sólo fue para tomar mi idea y sacarla en una nueva novela sin darme crédito alguno pero, eso no importa porque di es para ti, hasta mi credencial te presto.
Posiblemente cuando leas esto ya no esté en la casa ni mucho menos mejor conforme a mi salud mental, sí, esas chicas están muertas, y ese sueño o bien pesadilla te la provoqué yo, quería que entendieras que lo único que quería conseguir era que me amaras Cipher.
Lamento haber asesinado a tu hermano, de verdad lo siento, fui una persona mala, siempre lo he sido y tú, tú que tanto me enseñabas por tus sabias palabras el significado de lo que es ser bueno aunque no fuese la verdad absoluta, ¡Te creía!
¿Por qué me duele? ¿Por qué lloro? No me odies, lo hice por nuestro bien, el bien que no tendremos juntos.
Sí, parece una carta suicida pero descuida que antes de irme me llevaré a alguien más a la tumba mi amor.
Así tendré tu corazón :)
Seguidamente de terminar de leer aquella nota no muy grata a su parecer se colocó rápidamente los zapatos mientras se ponía la camiseta y corría escaleras abajo escuchando un alárido grito de la casa de a lado.
-¡Cone! -Comenzó a sudar frío temiendo en lo que el Pines fuera capaz de hacer.
Comenzó a meditar mientras trotaba a la casa del castaño, necesitaba alentar el tiempo, pararlo como solía hacerlo -V... Vamos ¡Hazlo! -Se gritó a si mismo mientras entraba a la casa y hacía la hazaña pensada, viendo como justo en la sala se detenía el tiempo.
Cone estaba siendo apuñalado por el castaño quien yacía horcajado encima del mayor, ambos congelados, suspiró con cierto alivió mientras las manos le temblaban.
-¿Pensaste que eso me detendría Cipher? -La sangre del rubio se heló abriendo los ojos de manera exagerada, el chico quien cometía el homicidio se levantó aún con la sangre escurriendo de sus ropas mientras que la víctima seguía petrificada por el tiempo-espacio en el suelo.
-No, no ¡Tú no puedes! ¡No debes! -Gritó Bill viendo como tal cual aquella vez en la avenida Dipper le revertía su poder casi al instante -¡Yo soy el amo del tiempo!
-No lo eres Cipher -El chico sonrió apuntando a los pies del rubio donde estaba trazado un círculo con un triángulo en medio.
Sacó un libro de color guinda detrás suyo el cual tenía en la tapa principal un símbolo de color oro, quizá una mano.
-Ese libro -Dijo el rubio creyendo haber destrozado aquellos libros que para él sólo significaban cadenas -Por eso tú... Tú...
-También sé controlar el tiempo, claro -Aclaró el castaño aún manteniendo la sonrisa -¿Qué se siente que una de tus historias se vuelva realidad Bill? ¿Es hermoso no?
-¡Sueltame maldito idiota! -Gritaba el chico mientras intentaba moverse de aquel círculo que lo mantenía preso.
Había tres libros, los cuales daba por destruidos, si no moría a manos del Pines, lo haría en manos de otras dos personas, de eso estaba seguro.
Los ojos del castaño se empañaron de lágrimas sintiendo una apuñalada en el pecho al tiempo que su voz se entrecortada.
-B... Bill, tendremos nuestro propio final -Se acercó al chico tomándole de las mejillas estando a pocos centímetros de su rostro.
Si algo tenía bien en claro era lo siguiente:
El personaje de uno de sus libros, era bastante similar a Dipper Pines, seguro no era coincidencia.
-¡Alejate maldita bestia! -Gritó intentado moverse.
Cerró los ojos con fuerza sintiendo como sus labios eran invadidos en un pasional y fogoso beso.
-Colorín colorado... -Susurró el castaño tomando el cuchillo recién utilizado en Wirt, escuchando la sirena de las patrullas fuera, y con las lágrimas ya inundando su rostro -Este cuento se ha acabado.
