Historias Cortas

7

"¡Suicidate!"
"Mereces morir".
"No haras falta".
"Todos se olvidaran rápido de ti".
"Nadie te necesita".

Esas voces en mi cabeza, ya no queria escucharlas.

- ¡Dejenme en paz! ¡Vayanse de aquí!-. Grité desesperadamente.

Las lagrimas empezaban a caer por mis mejillas.

- ¡¿Qué quieren?!-. Volví a gritar.

Mi corazón latia muy rápido, sentía como un hueco en el corazón, mi respiración era rápida, sentía como si el corazón se me fuera a salir del pecho, me sentía mareada, ya no aguantaba la presión.

Todavía escuchaba las voces, me tape los oidos con las dos manos, hacía presión, aún podía escucharlas pero no entendía lo que querían decir, se distorcionaban y después se escuchaba bien, eran como un ecos en mi mente.

"Suicidate... Suicidate... Así dejaras de sufrir".

Las voces tenían razón, yo ya no quería sufrir, así que subí a la azotea de el edificio, me pare en la orilla, lista para saltar, empecé a recordar porque iba a hacerlo.

Ya no sabía quien era, ya no sabía que pasaba en mi, ya no reconocía nada de lo que un día fui, ahora, me preguntaba que cambio dentro de mi, no existen las respuestas para lo que intentaba resolver, y no le daría otra oportunidad a mi vida.

Cuando estaba a punto de saltar escuche una voz.

- ¡No lo hagas! -. Dijo Marlene.

(Marlene era una vecina de mi edificio, de pequeñas eramos inseparables, era mi mejor amiga).

Voltee, me sorprendió escuchar su voz, no dije nada.

"Salta, ¡Salta ya! ¡Ahora!".

- Tengo que hacerlo Marlene-.Dije llorando.
- No tienes que hacerlo, no lo hagas, aquí estaré...
- ¿Aquí estarás? ¿Ahora si, no? ¡Me diste la espalda cuando más te necesitaba Marlene! Y ahora dices que estarás aquí, no, no volveré a creer en nadie.
- Prometo ser una buena amiga, por favor quedate, te quiero mucho.

Sus palabras me estaban llegando al corazón, quería creer en ella, estaba a punto de arrepentirme e ir a abrazarla, solo nos separaba una barra de metal.

- Saldremos de esto juntas-.Dijo Marlene llorando con la mano en el pecho.

"No le hagas caso, ¡Salta!".
"Recuerda lo que te hizo".
"No le creas".
"¡Ahora!"

- Lo siento Marlene, ya no aguanto más, ya no creo en ninguna persona, pero... te quiero mucho-.Dije y seguía llorando.

Me hice para atrás, tome impulso, cerre los ojos y salte.

- ¡No!

Fué lo ultimo que escuche de Marlene.

"Muy bien, lo hiciste, te extrañaremos".

Solo sentía como iba cayendo, como el aire movia mi ropa, hasta que llegue al suelo, y ya no sentí dolor, por primera vez en mi vida sentía paz, por fin estaba tranquila.