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¿Qué soy? ¿Quién soy? ¿Que hago aquí? ¿Por que a veces estoy contenta y luego deprimida? ¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué a veces tengo tantas ganas de reír y otras, ganas de llorar?

Odio odiarme a mi misma, estoy cansada de estar cansada.

Me siento vacía, sin vida.

Mientras cada lágrima caía seguí sin entender la razón si es que existía.

Tanta presión, no la aguanto, voy a explotar.

Hacerme daño es la única solución, cada corte es la forma de desahogarme, la sangre, la sangre es el alivio a todo el dolor de mi corazón.

Tengo razones para vivir, la persona a la que amo, mi mejor amiga y demostrarle a los demás que no soy quien ellos creen, que soy mucho mejor que ellos.

Pero... ¡Joder!
El dolor es tan fuerte...

¿Dormir y jamás despertar?
No, quedaras como cobarde...

Una herida tan profunda que tengo que ocultar, me esfuerzo mucho para que no lo noten los demás.

Grita, grita como si no hubiera un mañana, desahogate.

El filo de mi cuchilla me aprieta.

Lo siento si he fallado.

He notado la vergüenza al mirarme en el espejo mamá, perdóname, te lo suplico, no se si me explico.

Necesito ayuda...

Estoy muriendo por dentro.

A los que me desearon el mal yo les deseo el doble, por haber hecho pedazos un corazón noble.

Estoy sola, en un silencio que me molesta, encerrada en mis olas de dolor.

Historias CortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora