Historias Cortas

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Desde mi punto de vista, los humanos viven llenos de sufrimiento.

Claro, yo soy un ángel y nosotros no sufrimos, nosotros siempre estamos felices, tenemos una vida muy diferente, llena de lujos y cosas que las personas no podrían imaginar.

Es la primera vez que me mandan a hacer una observación al mundo humano y no he visto nada positivo, llevo 1 mes aquí, y las pocas veces que he visto felices a las personas solo les dura poco.

Los humanos tienen que trabajar para ganar dinero, pagar un techo, comida y llevárselo a sus hijos o esposa, y aunque no tengan hijos ni esposa, es lo mismo, solo tienen 1 o 2 días para hacer algo que no sea trabajar y los niños pequeños tienen que ir a la escuela, no tienen tiempo para hacer nada, para hacer algo que les guste y pueda hacerlos felices.

Acaso ¿No es eso un desperdicio? Yo lo considero un desperdicio de tu vida, te matas haciendo algo, te gastas solo tu tiempo, y al final mueres y nunca hiciste lo que querías, muy pocas personas lo han logrado, además solo nosotros sabemos que no hay vida después de la muerte, nosotros somos los elegidos para la vida eterna.

Estoy en un árbol, mirando a travez de la ventana de una casa, pensando, estoy metido en mis pensamientos, y algo me saca de ellos.

Entra alguien corriendo al cuarto que estuve observando, era una mujer de cabello rizado, como color dorado, parecía triste, estaba llorando.

Se sentó en su cama, se tapo los ojos con las dos manos, y entonces la vi, esa marca en su brazo.

Era la elegida.

Se suponía que ya no quedaba ningún ángel en el mundo humano, pero ella era un ángel, era la elegida, y entonces tomó sentido el porque debía de estar ahí.

Se vio un brillo intenso y entonces las vi, sus alas, tan blancas y perfectas.