Minho le mira desde arriba y le sonríe como un chiquillo inocente, ya había arrastrado la camiseta de Taemin hasta dejar verle uno de sus rosados botoncitos.
-Minho....
Con la voz intranquila Taemin le mira sorprendido... ¿De verdad el causante de sus sueños húmedos estaba tratando de tocarlo? ¿No era demasiada belleza? De cierto modo le causaba incomodidad, pues se suponía nadie sabía sobre "eso" y Minho ahora actuaba de una manera muy extraña.
Sólo estaba jugando, seguro era eso. Minho aún lo veía como el chiquillo de quince años que prácticamente vio crecer. Ese niño que se levantaba por las noches llorando porque extrañaba a su familia cuando se mudaron a los dormitorios, el mismo niño que practicaba tanto el canto como el baile hasta vomitar sólo para enorgullecer a sus Hyungs y padres. Ese crío al que le hacían Bullying en la escuela.
-Minho.- Vuelve a llamarlo pero ahora sin dudar. Se retuerce en la cama y frunce el ceño. -Vamos hombre deja de jugar.-Sólo le sonríe para aflojar la atmósfera. -Los chicos pronto llegarán es mejor que ya... vamos, déjame ir -.
Pero lo que esperó (una sonrisa, un "lo lamento Tae" y un juego de miradas) nunca llegó. Minho estaba como piedra. Sin mover un solo músculo le miraba cautelosamente sin ninguna expresión en el rostro.
Hey~ La porcelana soy yo. Piensa
-No Taemin... Esta vez no.
No entiende a lo que realmente se refiere sino hasta que Minho se lanza a besarlo como Dios manda.
Sus labios se empeñan en fraccionarse violentamente contra los de Taemin, pero sin dejar aún lado ese toque de amor. La mente del menor se ve abarrotada de preguntas y respuestas, sus ojos están llenos de impresión y su corazón...Oh su pobre corazón, no paraba de palpitar desenfrenado y de sentir una extraña calidez que lo embriagaba.
Entrecierra los ojos dejándose llevar por las caricias de Minho y cae rendido ante sus tentaciones sin remordimiento alguno.
Minho...
Corresponde el beso tímidamente y Minho ataca descaradamente sintiendo la respuesta positiva.
Con sus dientes muerde los regordetes labios rosas de Taemin sacándole quejidos queditos, los chupa hasta volverlos te rojos e hinchados. Se obsesiona con su suavidad y le encanta la textura de los mismos.
-Tae...Tae... Mi bello niño.- Susurra sobre los labios de Taemin. Sus respiraciones se mezclan y se miran a los ojos. No hacen falta palabras; el reflejo de sus ojos era la ventana de su alma. Ambos lo deseaban. Ambos quieran que eso pasara. Era el momento indicado. -¿Taemin... tu quieres que... que esto pase?-
Sin tratar de ofender, lo pregunta.
Las mejillas del menor se pintan de rojo dejándolo ver más adorable de lo que ya era. Desvía la mirada apenado a algún lugar de la habitación y da luz verde a la situación con una respuesta un tanto tímida y descomunalmente inocente -Tanto que dejó más duro que una piedra a Minho-
-Por...por favor.- Acto seguido, vuelve la mirada a las negras pupilas y se muerde el labio inferior. Toda la tensión sexual de Minho desembocó en un único y sensual jadeo.
-Mierda Taemin.
Su boca corre a sus labios por segunda vez pero no se detiene ahí, viaja explorando tenazmente por todo el contorno de Taemin, besa su mentón y baja por su cuello dejando caricias, y mordidas alternadas. Quería... ¡Necesitaba marcarlo! Dejar su huella ahí.
Taemin suelta un suspiro cuando Minho muerde con insistencia toda el área de sus clavículas.
-Minho... Me... me marcarás.- Cierra los ojos cuando una lamida alcanza su manzana de Adán.
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[PARA SU DELEITE Y DISPOSICIÓN] 2MIN
RandomLa vida es magnifica, solamente hay que encontrar manera de vivirla y de saber como jugar con ella. Pero hay que tener cuidado con esas piedritas con las que nos podemos encontrar. ----------------------------------------------- Este será un conjunt...