GANAMOS 41

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Anteriormente sólo había visto a Eduardo Maldonado el 19 de marzo pero ese día estaba con mi madre en las bancas de la parte media y al voltear hacia la puerta principal entro Eduardo, di un pequeño salto en mi asiento gracias a la impresión de contemplarlo de nuevo.
Al atardecer regresó pero se nublo y comenzó a lloviznar por lo que no asistimos a las canchas.

6-04-2016

Desperté, fui a la ducha y al finalizar elegí usar un vestido color azul, un leggins negro, unas zapatillas negras y una cartera a juego, y cabello suelto atado con una diadema.


Fui a la escuela de 10:00-11:00am, porque tenia que tomar una clase que contaría para mi calificación

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Fui a la escuela de 10:00-11:00am, porque tenia que tomar una clase que contaría para mi calificación.

Ya eran 11:25am, así que mi madre estacionó el auto a un lado de la iglesia, ya no fuimos antes hacia mi casa como lo teníamos planeado por falta de tiempo.

Cuando baje del auto mire a mi alrededor, no divise la camioneta roja de Eduardo, me sentí triste, otro día que no lo vería. Ingresamos a la iglesia, en las bancas de atrás estaba un hombre de camisa negra, con pantalón de mezclilla y zapatos negros, seguí caminando y cuando lo mire de perfil lo reconocí, se trataba de el, instantáneamente una felicidad se apodero de mi.
Nos sentamos en las bancas de adelante, cuando finalizo el programa, iba a ir a saludarlo, pero para no dar a notar mi interés hacia el espere a que mi madre terminara de hablar con una señora de allí, para que ella fuera a saludarlo y luego yo lo saludaría. Volteé y lo mire platicando con Íngrid Pereira (una chica de 20 años, cabello negro, tez clara, complexión robusta, ojos color café oscuro, maquillaje excesivo, levemente más alta que yo).
Desde la última vez que vino Eduardo, Íngrid y su mamá solo andan detrás de el, Íngrid lo único que hace es coquetear con el muy obviamente, y su madre (Dina Pereira) solamente le insinúa su hija a Maldonado.

Mi madre termino de hablar con la señora, fui hacia donde estaba mi madre y le dije que había venido Eduardo Maldonado, ella me dijo que fuésemos a saludarlo, el ya no estaba con Íngrid Pereira, pero platicaba con su mamá de Íngrid, mi madre se acerco y enseguida llegue yo.

-Tienes falta.-dijo mi madre refiriéndose a que no fue a jugar la semana pasada

-No pude ir.-dijo Eduardo

-Le digo que nosotros lo queremos.-dijo la mamá de Íngrid Pereira haciendo una mueca de hipocresía en su rostro

-Si.-dijo mi madre haciendo una mueca que solo yo note.

Nunca nos hemos llevado del todo bien mi familia y la familia Pereira, ellos son la típica familia que se cree superior a todos, y aunque les hables bien por cortesía y educación siempre reaccionan con una mueca de disgusto.
Mi madre abrazo a Eduardo, luego de que termino de abrazarlo, yo lo abrace, pude respirar su aroma, y sentir su cuerpo.

SENTIMIENTOS OCULTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora