-¡No puedes hacerme esto! -grito de manera histérica mientras mis lágrimas surcan por mis mejillas sin parar.
Él no hace nada ,solo me mira con su rostro inexpresivo mientras que yo
me retuerzo en la cama como una loca e intentó liberar mis manos que se encuentran esposadas.
-No sigas haciendo eso, o te vas a lastimar mucho peor - me dice tranquilamente mientras se quita la corbata y la dobla cuidadosamente para guardarla en el cajón junto con las demás .
Sé que tiene razón y que debería hacerle caso pero cualquiera que este mi situación entendería mi desesperación, así qué continuó tironeando de las cadenas frenéticamente pero es inútil, lo único que consigo es que el frío y duro metal se me clave aun mas en la piel, dejándome unas horribles marcas y pequeños rasguños .
Él al darse cuenta que no pienso detenerme, comienza a caminar hacia mí, acortando la distancia que hay entre nosotros. Mi desesperación va en aumento, ¡No quiero que se me acerqué! Camina hasta llegar a la par de la cama en donde yo estoy acostada o mejor dicho tirada sobre ella y esposada de manos y pies en contra mi voluntad .
A través de mi vista borrosa, que es causada por las infinitas lágrimas que se acumulan en mis ojos, observó como sonríe divertido al verme en este estado. Eso hace que lo odie mucho más, porque sé que a él le fascina verme en este estado, es decir vulnerable y a que esté a su entera disposición.
Como desearía poder liberarme e irme lejos de él. Desde que estoy aquí este hombre sólo me ha echo sufrir de una manera o de otra.
Continuó luchando con las esposas pero entonces de repente él se inclina hacia mi.
¡Hay no!
Inmediatamente dejó de luchar y me congeló por el miedo que me invade ¿que es lo que va a hacerme ahora? Cierro los ojos con fuerza cuando veo que comienza a acercar su mano y entonces siento como toma mi barbilla con su mano,(la cuál siempre su piel esta muy fría) y con su pulgar comienza a acariciar mi labio inferior una y otra vez, y yo estoy inmóvil por el terror y la inquietud que recorre de punta a punta mi espina dorsal, estoy quieta esperando a que me haga algo pero no,sólo se limita acariciar mi labio por lo me parece una eternidad hasta que se detiene .
Entonces decido abrir los ojos cuando ya no siento su caricia y lentamente los abro , él permanece quieto,callado y sólo me contempla en silencio .
Este silencio me da miedo y me incómoda ya que siempre después de su silencio me hace algo, siento que estoy siendo presa del pánico de nuevo .
Y en último y patético intento para que se compadezca de mí, lo miró directamente a los ojos y comienzo a suplicarle.
-Por favor. ..liberame ...no puedes hacerme esto. ..-le ruego en un susurro ahogado por el llanto.
Por unos instantes veo en sus ojos estan llenos de culpabilidad, arrepentimiento y ¿tristeza? pero esa mirada sólo dura una fracción de segundos, ya que luego todo rastro de culpabilidad desaparece, las pupilas de sus ojos se dilatan y en ellos sólo se pueden ver deseo y lujuria y en sus labios se le forma una sonrisa perversa. -No,ahora tú me perteneces y te lo voy a demostrar - y sin darme tiempo a reaccionar acerca su rostro al mío y sin demora comienza a besarme con desesperación, yo trato de resistirme negandole el acceso al interior de mi boca, mientras que él aumenta la presión de sus labios sobre los míos y suelta un pequeño gruñido dejándome en claro su descontento al no ceder a su beso.
¿Porqué me pasa esto a mí?¿Porqué tuve que acertar la oferta de mi jefe?
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La Subasta: Ahora Me Perteneces (Grey)
FanfictionLos personajes de esta historia no me pertenecen, le pertenecen a su creadora original E.L.James. Prohibida su copia o cualquier parecido .