Capítulo 4

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Anastasia
¿Dónde estoy? ¿Qué fue lo que me paso? Trato de abrir los ojos para ver en donde me encuentro pero no soy capaz de hacerlo, siento como si mis parpados tuvieran un peso descomunal. También hago el intento moverme de donde sea que estoy pero me es imposible, mi cuerpo esta inmóvil.
Es más que obvio que esos hijos de putas me drogaron, pero ¿Qué quieren de mí? ¿Qué van a hacerme?  Como quisiera poder salir de aquí pero en las condiciones en las que me encuentro no me permite hacer nada, ni siquiera consigo abrir los ojos, eso me hace sentir muy mal. Me odio a mí misma por no ser capaz de salir de esta situación, siento que la impotencia y la rabia que me consume en este momento.  Acaso… ¿Este será mi fin? Con esos tristes pensamientos me vuelvo a dormir.
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¿He? ¿Dónde estoy? ¿Cuánto tiempo estuve  durmiendo? Esta vez ya no hago ni el más mínimo intento de abrir los ojos porque aún me siento muy mareado ¿Qué clase de droga utilizaron estos desgraciados? Es muy fuerte.
De repente escucho el sonido de una puerta que se abre ¿Quién será?
-¿Ya está lista?-dice  una vos masculina.
-Aun no- responde la vos de una mujer ¿quiénes son ?
-Vamos apresúrate ¿Que acaso no puedes hacerlo más rápido?-
-¡HAY, YA CALLATE DE UNA PUTA VEZ! ¡DEJAME HACER MI TRABAJO EN PAZ!-¿Trabajo? ¿Qué trabajo? ¿De qué trabajó  están hablando?
-Maldito hija de puta, ¡a mí no me grites!- escucho un fuerte sonido de un golpe seguido de otro, pero este de algo pesado cayo al piso - Eso es para que aprendas a respectarme…Y apresúrate, termina de arreglarla, el jefe dijo que ya le toca salir a ella, los invitados están muy ansiosos esta noche y la están esperando  -¿Arreglarla ? ¿Se referirá a mí? ¿de que clase invitados estará hablando? ¿y porque están esperando por mi?
Escucho el sonido de unos pasos que se alejan  y el rechinido de una puerta cerrándose.
-Pobre niña- escucho el susurro de lamentó de la mujer- espero que tenga mejor suerte que la demás-¿He? ¿Suerte? ¿Porque? ¿Para qué?
Quiero preguntarle a que se refiere pero no se me da la ocasión. El sueño vuelve a ganarme y lo último que escucho de aquella vos femenina es, tienes que ser fuerte mi niña y me duermo de nuevo.
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Escucho el ruido de unos murmullos, son personas que están charlando. Pero eso no me importa en este momento, lo que en verdad deseo saber es ¿En dónde estoy? Aun me siento un poco mareada pero lo mismo hago un esfuerzo sobre humano y por fin consigo abrir los ojos. Aunque no se para que lo hago si lo mismo veo todo borroso y con el fuerte mareo que tengo es peor.
Lo primero que visualizo a pesar de la poca luz que hay en la habitación o en donde sea que estoy son los muslos de mis piernas,ya que estoy sentada en una silla y con la cabeza agachada. Intento levantar mi cabeza para ver en donde me encuentro pero es un caso perdido, siento como si pesara unos cien kilos como mínimo. También hago el triste intento de mover alguna extremidad de mi cuerpo…pero nada..
De repente escucho una vos masculina diferente a las anteriores,esta  hablando por un micrófono.
-Damas y caballeros, por favor préstenme mucho de su atención- Anuncia aquella persona y el murmullo de las personas hablando cesa.
-Quiero agradecer a todos los presentes  que han podido acompañarnos en esta magnífica noche- hace una pequeña pausa y luego continua- Y para darle una pequeña muestra de mi gratitud hacia ustedes y para dar esta reunión por finalizada… les presento orgullosamente  la última pieza de esta noche.
De repente veo que hay más luz, ¿En dónde estoy?
-Quiero presentarles a la preciosa señorita Anastasia- Entonces ciento que alguien me agarra del mentón y me obliga a levantar mi cabeza. Y por fin puedo ver en donde estoy, es un tipo de  escenario y en donde termina  este, veo a muchas personas vestidas de forma elegantes y refinada. A ninguno de ellos se les puede ver sus rostros ya que cada uno de ellos llevan puesto una máscara para ocultar su identidad.
Todos aquellos extraños están en silencio mirándome atentamente desde sus asientos  y otros permanecen en pie-Esta valiosa joya que guardamos para el final, debido a su extraordinaria  belleza solo tiene 22 años. Y es todo manjar digno de admiración-  ¿Qué yo que?- Solo les pido que miren su largo y hermoso cabello de color castaño oscuro, hace un perfecto contraste con su piel, que es tan blanca, delicada y extremadamente suave. Les aseguro que tocar la piel de esta espléndida señorita es mucho mejor que sentir el rose de la tela de seda más fina del mundo  ¿A cuántos de ustedes no le  fascina la idea de poder acariciarla o de sentirla cuando se le apetezca?- dice aquel hombre incitando al público. Esperen dijo ¡¿Acariciar?!-Sin mencionar sus encantadores ojos azules, tan oscuros y misteriosos al igual que hermosos. Cualquiera de ustedes quedaría más que maravillados con solo verlos por un segundo. En verdad es algo que no tiene precio- ¿¿Quién no desearía ser el poseedor de esta magnífica criatura? ¡¡ ¿HEEEEEEEEEE?!! ¡¿POSEEDOR?! NO, NO, NO. No quiero estar aquí. Quiero irme, quiero que se detenga, quiero volver a casa. Siento cómo aquella mano que me sostenía de la barbilla me suelta y mi cabeza cae nuevamente hacia abajo - Muy bien señoras y señores , la subasta se abre con quinientos mil dólares. ¿Quién desea ofrecer más?
Y de repente se escucha las voces tanto de hombres como de  mujeres ofreciendo cantidades incalculables de dinero, peleando entre ellos como una manada de lobos hambrientos dispuestos a matarse unos a otros  por un trozo de carne.
Esto no es real, esto no es real, esto no es real, repito en mi mente una y otra vez, y sin poderlo remediar las lágrimas caen por mis mejillas sin descanso porque aunque quisiera engañarme mi vida terminó. ¿Por qué? ¿Por qué a mí?   ¿Por qué estoy en esta situación? Quiero gritar que se detenga, que no soy un objeto que pueden vender como si nada pero dudo mucho que alguien  me haga caso. Todos están peleando por obtener mi cuerpo, pero a nadie le interesa mis sentimientos.
Salgo de mis pensamientos cuando escucho que alguien grita seiscientos millones de dólares. Con mucho esfuerzo levanto apenas la cabeza y veo al hombre que ofreció al último por mí. Es un hombre alto y moreno,  se encuentra a unos escasos metro de mí. Me observa  lascivamente con una sonrisa diabólica en sus labios. De tan solo imaginar en todo lo que me hará me dan ganas de morirme aquí mismo.
-Seiscientos millones, ¿Alguien desea ofrecer más?- Pregunta aquella vos del micrófono, pero las personas permanecen en silencio.- ¿Nadie?- Todos continúan callados lo que provoca que mi comprador sonría de manera triunfal y comienza a caminar hacia mí y yo vuelvo a agachar mi cabeza en señal de derrota ¿Acaso este será mi fin? Lagrimas rebeldes se escapan de mis ojos sin control - Muy bien… seiscientos millones a las una… seiscientos millones a las dos… seiscientos millones a las tres…- Por favor, que alguien me ayude…
-¡Ochocientos  millones de dólares!- Grita una vos masculina provocando que en todo el lugar se produzca un silencio sepulcral.
Levantó con dificultad de nuevo mi cabeza y veo a otro hombre, su figura se me hace familiar, ¿lo habré visto antes? No lo sé,  ahora no estoy en condiciones de pensar en nada, sólo lo veo  parado allí junto con el otro sujeto que había ofrecido los seiscientos millones. 
-¿Alguien desea ofrecer más?-pregunta aquélla vos que suena a través del micrófono pero  nadie responde- muy bien. Pues entonces... vendida por ochocientos millones al caballero- Esto es demasiado para mí, ya no lo soporto así que cierro mis ojos - Muchas felicidades al afortunado comprador -es lo último que escucho antes de que mi mente colapse y pierda  el conocimiento de nuevo y todo se vuelve oscuridad

La Subasta:  Ahora Me Perteneces (Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora