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Un mes más tarde

Me despierto con el sonido de mi celular. ¿Quien rayos llama a esta hora? Jason, maldito seas mi querido hermano.

-¿Que quieres?

-Oh dios, eres tan gruñon en las mañanas Ayrton.

-¿Me vas a decir para que estas llamando o cuelgo?

-Asumo que sigues en la cama y no has visto las tapas de diarios.

-Asumes bien ¿Por que me importaría en todo caso?

-Pues, porque tu y Oriana están en la mayoría de ellos. "Galan de boxeo y su nueva novia bailarina".

-¿Que rayos?- Salgo disparado de la cama. Abro mi laptop para ver los titulares del día y efectivamente en todas las tapas aparece una foto de Oriana y mía, anoche cuando salíamos del gimnasio.- Malditos paparazzis, los odio.

-Si, son un gran grano en el trasero. Nos vemos hermanito- Luego cuelga. No tengo tiempo para esto ahora, debo vestirme e ir al gimnasio. Mañana defiendo el título y no puedo estar distrayéndome con la prensa amarilla.

Al llegar al gimnasio del cual soy dueño y donde entreno para mis peleas, la recepcionista me dice que el salón de baile va a estar desocupado, Oriana llamó diciendo que se sentía enferma. La mirada de la mujer rubia me irrita un poco. Es como si tratase de leer mi reacción ante la noticia.

Entreno toda la mañana y gran parte de la tarde. Solo paro para comer algo y agendar una entrevista luego de la pelea de mañana. Salgo del gimnasio decidido a ir a aclarar este mal entendido con Oriana. Odiaría que me deje de hablar por esto.

Llego a su departamento y toco el timbre, ella me abre la puerta en pijamas.

-Oh, Ayrton, eres tu- Parece sorprendida

-Solo pase a ver como te sentias ¿Estas mejor?

-Si, gracias. Solo necesitaba un poco de reposo.

-Sabes... En realidad no vine por eso, simplemente creí que me estabas ignorando por las fotos- Digo con toda la sinceridad del mundo.

-Pasa-Ella abre la puerta y yo entro en su departamento, es pequeño y acogedor, tiene un gran sofá con mantas y almohadones, donde presumo que paso la tarde acostada.- Vi las fotos, quiero que sepas que no estoy enojada.

-Que alivio, creí que te molestarían.

-No, no te preocupes. Tu no tienes la culpa...

-La verdad es que esos reporteros son un dolor en el culo, cada vez que se acerca una pelea importante me acosan.

-Te entiendo perfectamente Ton-Escucharla llamarme de ese modo me encoje el corazón.- Estaba por hacer la cena ¿Te quedas?

-Claro.

Ori preparo la mejor pasta que he comido en mi vida.

-Enserio, casémonos. Quiero comer esto por el resto de mi vida ¿Dónde aprendiste a cocinar así?

-No lo se, creo que simplemente me gusta mucho comer y por eso aprendí.

-¿Enserio? Me alegra que no seas una de esas maniáticas.

-Ni loca. Además alguien tiene pensado sacar la mierda de mi con el entrenamiento...-dice graciosa.

-No se quien podría ser ese- le contesto siguiendo su juego.

-Oye ¿Te quedas a ver una película?

-Claro- Su invitación me toma por sorpresa, pero no me voy a negar a pasar la noche viendo peliculas y comiendo palomitas con ella.

Si alguien lee "Te patearé el trasero" habran visto que hoy no actualice, por un problema en mi computadora. Esta historia la tengo escrita totalmente en borradores, por eso puedo publicar hoy.

La forma en que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora