capitulo 8

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-¡Luna! ¡Luna!-escucho llamarme pero no le doy mucha importancia, la voz se escucha lejos.

Me acomodo la mochila y hago caso omiso al llamado que me acaban de hacer, sigo adelante hasta que...

-¡hostia tía, espéranos!-ahora si me volteo y son las gemelas, las espero ya que apenas se están bajando de su gran camioneta último modelo.

-¡hola! ¿Cómo fue tu día?-dice Priscila mientras que la otra se pone a mi izquierda.

-bien chicas ¿y a ustedes?-digo de lo más normal, ahorita de verdad no quiero dar explicaciones.

-¡súper!-dicen las dos con una gran sonrisa, me detengo haciendo que ellas hagan eso mismo.

-¿que fue eso de súper y la coreografía de sonrisas?

Ellas se miran, después girándose hacia mí con una amplia sonrisa.

-creo que... nos gusta tu hermano.-se sonrojan un poco.

-¡que!-me las quedo viendo totalmente asombrada, que les pasa esto es de locos de verdad.

-como lo escuchaste amiga nuestra.-me abrazan y me empujan a la entrada del gran liceíto este. Mientras que conservo la boca abierta del asombro no es la primera vez que me pasa pero ¡osea nooooo!

-¡espérense! ¿Les gusta a las dos?-las detengo justo antes de entrar por la puerta.

-¡siii!-dicen al unísono.

En eso conseguimos a Isabel hablando con el gilipollas de Eduardo, lo primero que hago es soltarme de su agarre y correr hacia mi prima sin importar que me vean como una loca recién salida del manicomio, la abrazo y hago como que si Eduardo no está a mi lado.

-sé que me extrañaste prima pero no es para tanto. Me estas asfixiando.-dice señalando mis brazos.

-esas niñas me quieren robar a mi grandulón.-digo apuntando a las gemelas que vienen hacia nosotras.

-¿chicas que le están haciendo a mi primita?

Ellas se miran, respondiendo que nada totalmente despreocupadas.

-cobardes no sean mentirosas.-las acusa señalándolas como si fuera una jueza.

-nos gusta su hermano.-lo dicen con una carita angelical.

-¿tienes hermanos?-pregunta Eduardo.-me volteo y lo miro con cara de pocos amigos.

-eso no es de tu incumbencia.

No me responde solo me observa, yo rompo ese contacto visual para enfrentarme a estas niñas.

-pues chicas déjenme decirles que él esta gran ocupado.-digo yo con un poco de soberbia.

-¿por quién?-preguntan las dos molestas mirándose con desconfianza.

-no es obvio ¡por mí! es mi hermano solo mío.-vuelvo a decir yo más feliz ya que se lo estoy dejando muy claro.

-si chicas con ella no pueden jugar y con eso menos ella súper adora a su hermano.-lo dice haciendo comillas.

Entrecierro los ojos hacia ella porque está haciendo las comillas como que si no lo quisiera y claro que lo quiero, así este un poco molesta con él.

Suena el timbre y ya tenemos que dejar esto mientras vamos a nuestras a nuestro salón, no miro a nadie solo camino a la clase de historia.

-¡joder tía espérame!... ¡Luna!

luna por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora