capitulo 2

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Recuesto el codo en la puerta distrayéndome viendo por el retrovisor dejando atrás las distintas casas con un estilo antiguo es como si te impregnaras de la majestuosidad de ver pequeños castillos pero modificados como casas, se siente como estar en otra época.

De verdad aquí las calles son muy bonitas no he tenido muchas ocasiones para verlas y disfrutar de este lugar tan nuevo pero a la vez tan antiguo, llevamos aquí solo un mes los hombres de mi vida se vinieron primero para arreglar nuestra estabilidad.

Llegando acá, y enterándonos que mi bisabuelo falleció dejándole a mi a madre unas de los tantos negocios que tenía, como la panadería en donde empezó todo, después expandiéndose en distintos lugares de Madrid.

Mientras estamos vía a el liceo les voy a contar un poco más de mi vida.

En realidad es de cómo comenzó mi existencia en este planeta.

Mi madre lucía una joven aventurera y osada que vivió toda su vida en Madrid, cuando tenía tan solo 23 años quiso conocer nuevas fronteras decidió irse a Venezuela en una aventura en donde conoció al amor de su vida tan distintos pero tan iguales a la vez Raúl un hombre de 25 años que como dice mi madre, su morenito de ojos verdes con un hijo gracias a ese niñito de ojos almendrados que la cautivo ellos ahorita son lo que son y yo también. Me cuentan que fue amor a primera vista como dijeron ellos es como ver a la luna por primera vez los dos locos de amor duraron un año de novios que fue cuando ella regreso a Madrid con él. Mi mamá es de clase alta y mi padre media, mis abuelos les dijeron que se quedaran aquí en Madrid pero mi padre se negó, él no quería depender de nadie se casaron aquí pero después regresaron a Venezuela fue cuando nací yo un 20 de noviembre del 2000 como dice mi padre una criaturita chiquitica que le quito muchas horas de sueño pero que adora con todo su corazón.

Si, lo sé mis padres son unos enamorados empedernidos.

Me toca el hombro sacándome de mis pensamientos trayéndome de nuevo a la realidad me giro hacia ella curvando los labios en una media sonrisa, pasa sus manos por mi mejilla viéndome fijamente.

-quiero que te portes bien, seas una niña muy educada y profesional-, trata de acomodar los mechones que se salieron de la cola terminando con el lacito negro del cuello ella sabe que está perfecto pero de todas maneras lo hace, siempre encontrando una imperfección. Para perfección llamen a lucia romero.-le tomo las manos para que me deje tranquila brindándole una sonrisa para que sepa que estoy bien.

-me encantaría quedarme aquí y enseñártelo, te recuerdo que estudie aquí cuando tenía tu edad pero de verdad me tengo que ir,- estira el brazo mira el reloj de tiras negras todo un clásico, revisando la hora, le da unos toquecitos con la otra mano dándome a entender que se le hace tarde.-Así que mueve ese rabo que dios te dio y sorprende a todos y otra cosa tienes que ir directo a la dirección para que te den el horario y te expliquen en que salón comienza tu nueva clase.-solo le afirmo a cada momento que sí.

-gracias mamá y tú también recuerda no dejarme votada en este lugar te quiero y ya me voy, que llego súper tarde al nuevo liceíto este.-le hago seña mostrándole el gran edificio.

Cuando me estoy bajando me agarra del brazo diciéndome que recuerde buscar a mi prima Isabel para que me acompañe y busque el horario.

-Si mujer tranquila todo está bajo control,-inhalo y exhalo para tranquilizarla, al parecer ella está más nerviosa que yo.- ya se ella me aviso ayer que cualquier cosa que necesitara ella me iba a enseñar recuerda que ella también va empezar conmigo.

-si es verdad tú me dijiste.-pasa sus manos por su abundante melena caoba brillante.-la vejes hija ya me está pegando.

-no seas mentirosa creo que todavía eres una mujer joven una cosa muy distinta es que se te olvido.-me rio por su comentario de vejes prematura.

luna por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora