capitulo 11

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Capítulo 11

Otra vez esa chica de ojos verdes casi sin fuerzas me está viendo no evito sacarle el dedo y pasar de ella entrando en la tina, abro la regadera esperando que el agua me cubra todo el cuerpo, con el pelo totalmente mojado y perfectamente lavado, salgo de la regadera tomando la toalla, empapando todo el camino hasta el nuevo armario que mamá compro para mí, que hasta ahora me estoy dando cuenta de su existencia y además se tomó la molestia de ordenar perfectamente mi ropa por color.

¡Maniática de la limpieza esa es lucia romero!

Me hago un moño con la toalla a esperar que se me seque el pelo. Agarro mi loción para el cuerpo empezando con las piernas hasta los hombros, recorro toda la habitación hasta que se me seca.

Tomo la ropa interior, el uniforme y me visto, cuando ya estoy lista con el uniforme me quito la toalla de la cabeza dejándola en su sitio, empezando a mover todo mi pelo para que se hagan esas hondas tan típicas en mí, solo agarro un ganchito negro recogiendo todo el flequillo hacia atrás dejándolo justo en el medio de mi cabeza.

Terminando con mi pelo tomo la colonia que está en la peinadora (regalo de mi hermano por mis 14 años, tiene un año conmigo y trato de ahorrarla todo lo posible me encanta este aroma a rosas muy sutil pero que dura mucho tiempo) la esparzo por todo mi cuerpo, busco el teléfono la mochila y por fin lista salgo de mi habitación encontrándome con las gemelas bajando por las escaleras silenciosamente y demasiado cuchi con sus uniformes, Las imito hasta llegar a la cocina.

Son unas niñas totalmente hermosas ya casi y me hacen la competencia, tienen la típica cabellera marrón caoba, piel de porcelana pero un poco bronceada, unos hermosos ojos verdes opaco muy expresivos y nuestra típica y peculiar manera de ser, claro llevadas a su estilo.

En fin somos la familia de Villegas, no se puede esperar menos de nosotros.

-buenos días mis enanas hermosas.-apremia Alejandro cargándolas. Pero cuando dirige la vista a mi me doy cuenta que tiene unas ojeras terribles y creo que también se da cuenta de las mías.

-buenos días para ti también chiquitina.-salen de la cocina dejándome totalmente sola. Abro la nevera saco un yogur lo destapo y empiezo a tomármelo, de verdad mi estómago me lo agradece tengo un hambre atroz. Todo sea por un sacrificio.

Salgo de la cocina para ir a la sala encontrándome con las gemelas y Alejandro, ayudándolas a ponerse las mochilas. Azul turquesa de Ariel para Luz y para Lucí una azul cielo de cenicienta.

-¿listas?-dice Alejandro abriendo la puerta principal.

Salimos a la cochera para montarnos en la camioneta ya todos en sus respectivos asientos, Alejandro arranca.

Todo está en silencio me termino de tomar todo el yogur, agarro una bolsa de la guantera lo voto y lo amarro dejándolo en el suelo.

-¡me encanta cuando te pones ese perfume!-murmura muy entusiasmado dejando atrás su notoria tristeza, solo para sacar conversación el silencio lo pone nervioso.

-a mí también me gusta cuando llevas esa camisa polo azul.-esperamos en un semáforo.

-¿lu y papi?-pregunta luz casi llorando.

Le doy una sonrisa tranquilizadora al grandulón gesto que él me devuelve y me volteo hacia ella.

-esta con mami trabajando pero van a volver para irnos a buscar.-le digo tranquilamente para transmitirle eso mismo. Ella me da su manito para que la sujete, también se nos une Lucí y así permanecemos hasta que la Luz se pone en verde.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2016 ⏰

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luna por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora