Prefacio

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Orfanato San Nicolás

7 marzo 2007

Ella despertó de repente, exaltada, temblando de frio y con la piel perlada de sudor, se sentía desorientada, agitada, estaba jadeando como si acabara de correr un maratón. Siempre los mismos síntomas cada vez que despierta después del mismo sueño (y le sucede bastante seguido) esa pesadilla que no la deja tranquila, que le sigue atormentando desde casi cinco meses, siempre las mismas escenas, siempre la misma noche, esa noche en donde empezó todo , la noche en la que su vida fue cambiada y la felicidad arrebatada tan brutalmente, la noche de un día normal donde aún tenía a sus padres y cuando todavía no estaban, su hermana y ella, en ese lugar torturador de niños... ¿quien pensaría que terminarían de una forma tan trágica?

Estaban disfrutando de un domingo familiar cuando llamaron a la puerta tan fuerte y de forma repentina que todos se sobresaltaron, su papá se levantó y después de tres zancadas ya estaba a la par de la ventana echando un vistazol. Su semblante había cambiado cuando voltio a ver a Roxana, la mamá de Nattasha y Brillith, y automáticamente los dos tuvieron esa misma expresión preocupada, unos segundos más tarde su madre las tomó a ambas y se dirigió hacia el sótano, allí las metió por una tipo puertecita que estaba en el piso y que para las niñas era completamente desconocida. Roxanna parecía nerviosísima y asustada

—Quédense aquí—les dijo con la voz temblorosa—Niñas, por favor, tienen que ser fuerte, no quiero que salgan de aquí por ningun motivo---sus ojos castaños se veían brillosos —prométeme que cuidaras de Brillith

—si mama lo prometo—dijo la niña, aun sin entender que era lo que estaba sucediendo, ella estaba pidiendo que una niña cuidara de otra niña!

¿y ella qué? ¿Pensaba Salir?

Luego, las abrazó tan fuerte que Natty se quedó sin aliento.

-¿que esta pasando mama?-pregunto Brillith

—Brillith prométeme que cuidaras de toshy—dijo evadiendo su pregunta a lo cual Brillith solo asintio

¡Pum!

Arriba se oyó como derribaban la puerta, Roxanna se apartó de ellas y las miró muy detenidamente antes de decir:

—Recuerden que su padre y yo las amamos más que cualquier cosa en este mundo y que aunque ustedes no nos vean siempre estaremos con ustedes para cuidarlas de cualquier persona—ella llevaba dos cajitas en la mano le dio una a Brillith y la otra a Natty, sus cajitas llevaban gravados los primeros nombres y la inicial del primer apellido de las niñas en la parte del frente con letras doradas también les dio unos guardapelo muy bonitos en forma de corazón antes de decir —cuídenlas son muy valiosos, créanme, sabrán qué hacer con ellas cuando llegue el momento y también lleven siempre presente en sus vidas: la familia antes que todo.

Las volvió a abrazar y antes de que cerrara la puertecita Natty pude contemplar como una lágrima rodaba por la mejilla de su madre mientras articulaba un ¨Adiós¨ con los labios que ella no podía comprender.

Arriba se escuchaban voces enfurecidas que parecían discutir con mis padres

—Esta es su última oportunidad, ya nos han causado muchos problemas y estoy perdiendo la paciencia —dijo una voz masculina—así que díganos donde están o no respondo por lo que mis chicos puedan hacer.

—Jajaja—era la risa de la mamá—¿en serio crees que tienes oportunidad de ganar esta guerra? por favor... las Rigels, aunque todavía están pequeñas y su capacidad no está desarrollada por completo, se que no podrás contra ellas, esto es algo inevitable que tu ni nadie podrán detener, lastima por ti

—Exacto—la voz de papá—tú no eres rival para ellas, Potrerfú

¿Potrerfú? ¿Qué era eso? ¿Nombre de perro? ¿eso existia? quien quiera que fuera su madre no lo quería, pero Nattasha estaba muy segura de algo: esa combinación de letras significaran lo que significaran no se le iban a olvidar por nada.

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