Erika y Alek

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Alek

Vivir mi vida junto a Érika era lo mejor que me había pasado. Incluso mejor que destruir la empresa del bastardo de mi padrastro. Verla, estar con ella, era casi mágico.

Hasta me hacía más fácil trabajar cada día sabiendo que al volver a casa ella estaría conmigo. Margaret tuvo que hacer durante semanas de relacionista pública con las llamadas de los periódicos afirmando mi relación con Érika y despidiendo las llamadas de mis antiguas amantes, incluso tuvo que llamar a seguridad cuando vino Tasha una tarde en un ataque de histeria cuando la nota que le dimos a Eddie con fotos sobre nuestra relación salió publicada. Cuidamos todos los detalles de la nota para dar la menor cantidad de datos personales posibles sobre mi ángel.Obviamente doble el sueldod e mi secretaria por tanto trabajo extra ese mes.

Los asuntos legales de la empresa estaban sobrepasando las capacidades de Eric y decidimos contratar a Greta Hick una contadora alemana que lo ayudo en algunos contratos en los países europeos y estaba buscando instalarse en América. Greta era una mujer impresionante físicamente pero que desprendía una frialdad casi repulsiva. De inmediato la apodaron reina del hielo según oí a Margaret contarle a Érika.

Llegar a casa y estar con Érika era lo mejor de mi día. Mejor que cerrar contratos millonarios. Ella hablaba con entusiasmo de sus clases y de la exposición que estaban preparando con Johan.  Trataba de no ponerme celoso al darme cuenta de cuanto Érika admiraba al periodista pero no había dobleces en su discurso solo eso, admiración.

Era viernes por la noche cuando llego del trabajo más tarde. Érika estaba en el living haciendo trabajos para su instituto y cuando el llego ella levanto la mirada y me sonrió con esa clase de sonrisa que me llenaba el alma. Se acercó a mí y me beso profundamente

_ ¿cenaste?_ pregunto abrazándome

_ Si, cenamos con Eric y Greta la conferencia con los japoneses se retrasó y terminamos más tarde de lo que pensábamos_

_ vamos a la cama..._ susurro ella melosa y mi piel se calentó de inmediato. Me di una ducha rápida y Salí con la toalla envuelta en la cintura. Ella me miraba desde la cama solo con mi camisa, la misma camisa que me había quietado

_ me encanta tu aroma_ dice oliendo el cuello y yo le sonrió porque es inocentemente sexy. Hacemos el amor apasionadamente, su entrega me enloquece, ella no piensa, no actúa, solo se deja llevar y nunca en mi vida sentí tanto placer como cuando se lo doy a mi ángel. Cuando nos venimos ella se derrumba en mi pecho y yo la abrazo acariciándola. Su dulce peso sobre mí es como si encajara la pieza del rompecabezas que me falta para sentirme completo.

Acaricio su cabello mientras ella respira tranquila y de repente susurra

_ te amo Big boy..._ y mi garganta se llena de emoción y mi mente se paraliza...

¿En verdad me ama? Lo dijo dormida así que no fue consciente de lo que susurro pero mi oscuridad me atrapa preguntándome si me ama a mi realmente o ama lo que hice por su vida después de que salvo la mía. El dinero, la mansión, sus estudios la ropa... no entiendo que podría amar de mi... pero si entiendo que mi dinero es un gran motor para alguien como ella que nunca tuvo nada. Y un sabor amargo se instala en mi boca.

Al otro día Eric me avisa que deberemos viajar a Japón para terminar de cerrar el trato y siento que el viaje viene en el momento perfecto para poder despejar un poco mi cabeza.

Érika se entristece cuando se lo digo y esa noche se aferra a mí como si quisiera pegarme a su cuerpo. No me dice que me ama aun después de hacer el amor y estar despiertos un rato preparando mis maletas.

Breaking pointDonde viven las historias. Descúbrelo ahora