El llanto de Brandon me hizo despertar de la bruma de mi sueño.
La pesadez se instaló en mi sistema en el momento en que solté un gruñido exasperado y me obligué levantarme y a caminar hacía su habitación. Los músculos de mis piernas y brazos dolían y ardían con cada movimiento, pero eso no me impidió rascarme la sien mientras caminaba a paso pesado y lento hacía la habitación del pequeño de 4 años.
Crucé el corto pasillo de mi apartamento y entré en la segunda puerta a la izquierda, la cual abrí antes de introducirme en la habitación y caminar hacía la pequeña cama del pequeño, la cual Zara me había obligado elegir. Me sentía cansada, adolorida, desgastada e impotente. Eran tantas cosas las que debía pensar últimamente que sentía como si mi mente fuera una bomba y en cualquier momento fuera a explotar.
Cuando estuve junto a la cama mi hijo, me incliné hacía al frente y lo tomé en brazos, pegándolo contra mi pecho y meciéndolo con suavidad tarareando una dulce canción en su oído, rogando en silencio que se durmiera para así poder descansar el tiempo que todavía me quedaba para hacerlo. El llanto del pequeño no cesaba, y entonces, con toda la pesadez del mundo, entendí que tenía hambre.
Solté un suspiro y meciéndolo en mis brazos caminé con cuidado hacía la cocina. Su llanto desconsolado en mi oreja me resultaba irritante y agotador. No me resultaba ser madre soltera, estudiante y trabajadora. Brandon era tan agotador y desesperante que resultaba peor que aguantarme los chillidos de Zara por no encontrar el vestido de novia perfecto y visitar a mi madre hospitalizada al hospital del otro lado de la ciudad en el que tuvo que ser internada.
Desde que él se fue, todo ha sido un completo caos. El cáncer de Savannah ha ido de mal en peor, dejándola hospitalizada hasta indicaciones de los confundidos médicos, que no saben que rayos fue lo que paso, ya que ella estaba llevando la enfermedad muy bien. Los berrinches de Zara por sus hormonas de embarazada y su boda de que no le queda ningún vestido son cada vez más irritantes. El constante miedo y las quejas de Ryan encima de mí por Savannah y su familia hacen que todo se sienta más pesado.
Y el pequeño niño de 4 años, llorando y sorbiéndose los mocos, es un recuerdo constante de mi relación con Austin. No voy a decir que él fue un error, porque la verdad creo que el error fue mío y de él por no habernos protegido, pero cada vez que veo a Brandon, su parecido con él hace que me sea imposible sacármelo de la cabeza. Brandon es producto de la última vez que él me hizo suya, y sus ojos dorados y piel morena me lo recuerdan a cada instante. Incluso su risa es parecida a la risa del chico con ojos dorados que alguna vez prometió estar conmigo desde siempre.
Estoy en el último año y semestre de medicina. Soy una casi recién graduada chica que no sabe qué hacer con su vida, y que además de eso, tiene a alguien completamente dependiente de ella. Un hijo producto de una relación con un imbécil. Por ahora, tengo 2 trabajos, uno como recepcionista en un hotel y otro como mesera en un restaurante 24 horas desde que salgo de la universidad hasta muy entrada la noche estoy trabajando y luchando por obtener propina; es peligroso, sí, pero es la única manera que tengo de mantenerme a mí y a Brandon con comida, pagar la hipoteca del apartamento, la factura del agua, gas y luz. Sin mencionar intereses.
En ese momento me di cuenta de que Brandon ya se había acabado todo el biberón, y que estaba completamente dormido en mis brazos, roncando como el bebé regordete y dormilón que era. Sus párpados son espesos y sensuales, su pelo pelirrojo era parecido al mío, con la excepción de que el mío ya no era pelirrojo, ahora era marrón. Su piel morena le daba un aspecto coqueto y tierno y sus mejillas regordetas hacían que sus labios parecieran más pequeños de lo que en realidad eran, tenía unas tiernas y suavemente pintadas en su piel pecas en los pómulos que le daban un aspecto más varonil de lo que se espera. Sería un completo rompecorazones.
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No puedo vivir sin ti (TMFA #2)
WerewolfSegunda Parte de; Tu... Mi fuerte Alfa. Por favor no leer si no ha leído antes la novela comentada hace unos instantes. Hasta el más fuerte metal se golpea y se abolla. Hasta el mas caliente fuego se apaga y deja de arder. Hasta el más fuerte am...