No puedo vivir sin ti (TMFA #2)

Capítulo 15.

POV AUSTIN

Lo sentía. 

En lo más profundo de mi ser.

Sentía que algo andaba muy, pero muy mal.

No sé de donde provenía esa sensación, pero sentí el inmenso impulso de salir corriendo en ese momento, y sin embargo, no lo hice. Me quedé parado, allí, pensando en qué hacer.

No he estado con Hannah últimamente, y esto se debe a que mis incansables obligaciones como Alfa no me lo permiten, y eso me llevo a perder todo tipo de contacto con ella. Además, Maya estaba en estado. Sabía perfectamente que el feto que ahora estaba en su vientre no era mío, porque nunca logré y mucho menos intenté tener algo con ella, pero no puedo hacer nada, ella es la Luna, y si hago esto público van a matarla, y no quiero asesinar a un bebé y a su madre. Jamás me lo permitiría.

Maya, ahora mismo estaba comprando las cosas para el bebé, sus ojos esmeraldas brillaban con intensidad, y la sonrisa en su rostro parecía tan inocente, que cualquier persona pensaría que sólo es una simple chica preparándose para tener un bebé. Que es de una infidelidad.

Aunque la verdad, poco podía pensar en eso. Sentía un cosquilleo y miles de escalosfríos al pensar en la inquietante sensación de desesperación que tenía. ¿Qué le estaba pasando a Hannah y a mi hijo?, ¿qué los está lastimando?

En ese momento, me decidí. Me levanté de la especie de silla en la que estaba y sin ni siquiera darle explicaciones a Maya, salí corriendo. Aumentando mi velocidad a la máxima que podía en mi forma humana, llegué al edificio. Y aunque estaba cansado, corrí subiendo las escaleras hasta el apartamento de Hannah, y desesperadamente toqué la puerta.

Uno...

Dos...

Tres...

Cuatro...

Cuatro segundos pasaron en completo silencio, y volví a tocar la puerta pero está vez con más desesperación. Me decidí completamente de derribar la puerta, cuando el sonido sordo de un cuerpo contra el suelo llegó a mis oídos.

Azoté la puerta con las piernas de una manera tan violenta, que terminó cediendo al tercer golpe, produciendo un sonido sordo que me hizo sobresaltarme. Sin perder más tiempo me encaminé rápidamente al interior del edificio, pero la escena me detuvo en seco.

Con dos palabras podía describirlo todo perfectamente: Desastre y destrucción.

Todo estaba volteado, destruido y sucio. Habían marcas de garras en las paredes, en el suelo y el techo, y el partícular olor desagradable que me pegó en la nariz, vino mezclado con un olor a sangre seca que me segó completamente en la desesperación. De repente, dejé de pensar. Corrí hacia la habitación de Brandon, sin detenerme a ver qué demonios iba a hacer cuando llegará, y cuando entré, deseé haberme preparado mentalmente primero. No sé cómo estaba la habitación, sólo sé que me fijé solo en una cosa, el cuerpo de Hannah, completamente golpeado y ensangrentado, intentando levantarse y moverse, con lágrimas en sus mejillas y con su boca rota y partida. Volvió a caerse cuando ya casi lograba ponerse en pie, golpeándose con fuerza la mandíbula y la parte delantera del cuerpo, produciendo ese golpe sordo que escuché antes de entrar.