No puedo vivir sin ti (TMFA #2)

Capítulo 12.

El silencio se apodero de la estancia en el momento en que Austin y yo nos sentamos en los sofás de la sala de estar. Parecía estar perdido en sus pensamientos y me di cuenta que todo lo que podía hacer en ese momento, era esperar a que Austin eligiera las palabras correctas para empezar.

La curiosidad y la incertidumbre se adueñaron de mi estómago y empezaron a hacer una extraña fiesta que se expandía por todo mi cuerpo. Nunca antes me había sentido tan desesperada en toda mi vida. Nunca antes había deseado tanto que una persona me contara de su vida. Que Austin me contara de su vida.

Pase mis manos, que empezaron a tornarse sudorosas, en la suave y lisa tela de mi falda del trabajo en la cafetería, mientras miraba alrededor como si esta fuera una casa desconocida y quisiera memorizar todos las decoraciones e incluso el interesante color de las paredes que nunca me había interesado en observar a detalle. Y la verdad, no había mucho que notar.

—L-Lamento haberte preocupado —Hablo Austin, haciendo una mueca nerviosa. Movió su pierna de modo que se notaba lo nervioso que estaba—, —n-no se ni como empezar a explicarte.

—Empieza por el principio mejor.

—¿Recuerdas la naturaleza de Zara?

—Si, ella es una hibrida —Asentí lentamente, frunciendo el ceño—, ¿eso que tiene que ver contigo?

—¿Recuerdas cuando fuiste secuestrada? —Asentí y espere a que continuara—. Bueno, para poder llegar a ti, tuve que pasar sobre un vampiro que vigilaba la entrada. Iba a vencerlo, estoy casi seguro que si lo hubiera dejado allí hubiera muerto desangrado. Pero no quise. La idea de que si lo dejaba vivo y por ello podría hacerte daño, me cegó y me abalance sobre el para darle el golpe de gracia y...

Un estruendo interrumpió a Austin en ese momento. Un chirrido insoportable resonó por todo el apartamento y mi piel se puso de gallina cuando un escalofrió helado e recorrió de arriba abajo. Austin se levanto en ese momento, completamente alerta y tenso. Camino hacia mi y tomo mi muñeca para levantarme.

—¿Qué fue e-?

—Que bonita pareja forman ustedes dos, siempre lo he pensado y siempre lo pensare —La voz ronca y divertida de Charlie me hizo detenerme en seco. Sentí como si el aire me faltara por completo y me aferre a Austin cuando mis piernas empezaron a temblar como gelatina. Mi boca se seco y mi corazón empezó a martillar contra mi pecho de manera violenta y frenética.

El pánico, el miedo y la repulsión formaron una bola en mi estomago y sentí que podría desmayarme en cualquier momento. Entonces, solo entonces, tragándome el miedo que amenazaba con romperme en dos, alce mi mirada para encarar al hombre que alguna vez llame padre.

Sus ojos azules me miraban con una sonrisa amplia y cínica mientras me recorría descaradamente con la mirada. Haciéndome sentir sucia y asqueada al recordar lo que me hizo esa noche cuando estaba encerrada en ese lugar. Decir que tenia miedo y asco de este hombre, era mentira. Lo que sentía por él era mucho mas intenso y escalofriante que eso.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto Austin, completamente tenso. Me abrazo por la cintura apretándome contra él en un gesto protector.

—Vine a ver a mi nieto, pero aparentemente se fue de vacaciones —Hizo una mueca dolida, que, por un momento, de verdad me creí—, así que quise visitar a sus padres y enhorabuena, están juntos.

—No tienes nada que hacer aquí —Hable yo esta vez. Estaba asustada hasta la mierda y estoy casi segura que se nota a leguas.

—¿No puedo visitar a mi hija y a mi nieto? —Pregunto Charlie, mirándome como si estuviera impresionado—, ¿no crees que debo castigarte por decir eso, pequeña? —Lamio sus labios con lujuria.