Capítulo 14.

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El llanto de Brandon me despertó, por tercera vez esa noche.

Pase mis manos por mis cabellos enmarañados con desesperación. Me levanté para caminar hacía su habitación. No sabía qué demonios era lo que lo tenía tan desesperado... Tan inquieto... Pero fuera lo que fuera, necesitaba dejar de atormentarme a mi y a mi hijo.

Todo fue de mal en peor desde el día en que Austin me llevo a ese lugar y aperecieron esas... Cosas. Luego de unos minutos de silencio entre Austin, esas bestias y yo, no pude resistir más, y me desperté en una habitación de hospital con todo el mundo diciendome que me desmayé.

No tuve pistas de Jorge entonces, ni de Ryan, ni de Charlie, ni de Zara y mucho menos de Austin. Es como si a todos se los hubiera tragado la tierra. Louis, sin embargo, ha seguido viniendo a verme a mi y a Brandon recientemente, pero ya no viene a la universidad, y nunca dice a donde va.

No sé que demonios está pasando. Y todo esto me esta desesperando.

Llegué a la habitación de mi pequeño, pero de repente, el apartamento se sumergió en un silencio sepulcral, haciendo que un escalofrío me recorriera de arriba a abajo. Puse mi mano en la manija de la puerta, cuando de repente un impresionante estallido resonó al lado de mi, haciéndome pegar un salto. Mi corazón casi se sale de mi pecho en ese momento, palpitándome en la garganta. Temblorosamente me giré, aunque todos mis sentidos me decían que debía corre, que debía ir a donde Brandon, que debía hacer algo, no lo hice. Me quede allí parada, girándome tan lentamente que pensé que ese momento no iba a terminar nunca.

Y entonces, lo vi.

Era enorme, oscuro e imponente. Y aunque incluso no había suficiente luz para detallarlo a la perfección, mi cuerpo dio un temblor involuntario al reconocer ese pelaje negro brillante, que a la luz de la luna parecía seda, y esos ojos plateados observándome atentamente, ajena a todo el desastre que acababa de hacer en mi apartamento, observándome directamente a los ojos. Observando todos mis movimientos.

Me costaba respirar, pero apenas intentaba hacerlo. Apenas y recordaba que era necesario.

Pudieron haber pasado segundos, minutos y horas en ese momento, pero nunca me hubiera dado cuenta. Por fin, después de lo que pareció un tiempo eterno, la bestia comenzó a moverse en círculos. Estudiándome cuidadosamente, acechando, olfateando. Y aunque estaba muerta de miedo y aunque sólo pensaba en buscar a mi hijo y salir de allí, algo me lo impedía. Había algo diferente esta vez.

Si esa cosa quisiera hacerme daño, ya lo hubiera hecho. Parecía que buscaba algo, pero no lograba entender qué.

Y justo en ese momento, el llanto de Brandon volvió a resonar por el apartamento, y entonces, me puse helada. La mirada de la bestia viajó hacía mi y hacía mi mano, que estaba en la perilla de la hacitación de mi hijo. Un brillo de decisión atravesó su mirada y pud deducir lo que quería.

"No, no, no..."

Corrió hacía mi con una velocidad impresionante, tanto que apenas pude divisarlo y notarlo. El impacto de su enorme cuerpo contra el mío vino casi al instante y un mar de emociones estallaron en ese momento. Dolor intenso, miedo, pánico, impotencia y desesperación se arremolinaron en mi, y estallaron con tanta fuerza y casi me rompo a llorar.

Mi espalda chocó bruscamente contra una pared, y caí al suelo en un golpe sordo, sentía que iba a desvanecerme, que iba a cerrar mis ojos y a desaparecer. Sentía tanto dolor que estaba mareada, tanta desesperación que estaba asustada... Pero el ensordecedor sonido de la puerta de la habitación de mi hijo haciéndose añicos y su llanto desesperado me impidieron desmayarme.

Una gran fuerza de voluntad salió de mi y me encontré tambaleándome para ponerme de pie. Asustada, pero con un coraje tan inmenso, que me asustaba. No iba a dejar que lastimaran a mi hijo, no iba a ser impotente, no por primera vez en mi lastimosa vida.

Mi lobo interno estaba paseándose dentro de mi, alertado con exitación. Sabía lo que iba a pasar y no podía estar más desesperado por salir. Y no sé de donde saqué la energía para cerrar mis ojos y imaginarme a mi misma como la loba que he durado años en esconder. Ni tampoco de donde saqué la fuerza de voluntar para prepararme mentalmente para lo que iba a pasar.

Mis patas aterrizaron sobre el piso, y entonces, pude escuchar la voz de aquella bestia. No sabía que decía, pero era un idioma desconocido y casi impronunciable.

No perdí más tiempo, y me eché a correr hacía la habitación de mi hijo y entonces, vi esa horrible escena. Esa cosa tenía agarrado a mi hijo de los pies, colgándolo como si fuera un trapo sobre su lomo y arrastrándolo sobre sus brazos, como si fuera un juguete, un saco de papas divertido, como si fuera una entretención.

Me avalancé sobre él en un arranque de valentía y de furía, haciendo que se tambaleara hacia adelante y en eso soltar a a Brandon, quien cayó sobre su cuna, con las mejillas llenas de lágrimas y sus ojos hinchados y espectantes mirando lo que pasaba frente a sus ojos. Sus mejillas coloradas y sus ojos rojos me dieron la fuerza que necesitaba en ese momento para seguir con la locura que estaba planeando.

Clavé mis colmillos en el lomo de esa cosa, y su sangre amarga entrando a mi boca hizo que quisiera vomitar. El olor de su pelaje húmedo por la lluvia pero todo sucio hizo que el estómago se me revolviera. Esa bestia, dio una especie de grito de dolor y desesperadamente buscó agarrarme con sus afiladas garras, pero sus brazos eran cortos y mi cuerpo muy pequeño, por lo que fue un intento inútil.

Retrocedió hacia una pared, pero pensé lo suficientemente rápido como para apartarme y no recibir el golpe, pero sentí su como envolvía sus garras en mi cola y tiraba de mi, estrellándome sin piedad contra el suelo, luego volviéndome a levantar para estrellarme contra la pared, luego contra el techo.

El dolor era tan insoportable que cuando dejo de golpearme, apenas podía ser consciente de lo que pasaba, mire a Brandon, y Brandon me miró a mi con ojos suplicantes y brillosos y mi corazón se me revolvió, al igual que todo mi cuerpo. No pude salvarlo. No pude salvarnos.

Estaba alucinando del dolor, cuando la bestia volvió a agarrarme de la cola y volvió a golpearme con todas sus fuerzas con todo lo que encontraba, y el dolor ya empezaba a sobrepasar sus límites. Estaba confundida, adolorida, cansada, asustada, desesperada, todo en un mismo momento. Cuando deje de sentir sus garras en mi cola, y mi rostro peludo contra el frío suelo, pase de forma humana casi al instante. Voy a morir...

Empecé a tocer sangre, haciendo que el dolor en un costado de mi pecho se incrementará considerablemente, mis lágrimas estaban saliendo de manera involuntaria y ya empezaba a ver borroso. Pude ver esa gran masa negra acercándose a la cuna y tomando al niño en sus enormes brazos.

Con las últimas fuerzas que me quedaban, me arrastré hacía ellos, lanzando quejidos, ignorando el punzante dolor que amenazaba con romperme en dos, pero no pude llegar muy lejos, y con un último suspiro, caí en un profundo sueño.


N/A


Pues, sí, vivo xd.

Estuve fuera... Nosecuantos meses, lo sé. Pero juro que no sabía cómo seguir la historia y estuve meses intentando seguirla, sin ningún resultado.

Merezco todo su odio. Y volví con la vieja costumbre de dejarlos en suspenso:c

Si no siguen odiándome, entonces, espero que lo disfruten tanto como yo lo disfrute escribiéndolo.

Si está algo corto, lo siento, pero con el colegio estuve apretada y esto es lo que pude hacer en mi "tiempo libre".

¿Qué creen que paso con Brandon? <3

Nyranchi_Fuera<3

No puedo vivir sin ti (TMFA #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora