Esta mañana.

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Mi reloj marcaban las 10 de la mañana, acaba de salir de mi clase que habían adelantado dos horas. Esta clase había sido diferente, fuese por la charla de despedida o porque había obtenido dinero extra o simplemente porque una de las chicas de la clase -Unos 10 años mayor que yo- había llevado un short corto que marcaban sus piernas tal cual mi morbo me lo exigía. No me juzguen, no expongo la palabra morbo como algo sucio, que en todo caso no estaría nada mal usarle, es decir ¿Quién considera que está mal que aprecien sin ser grotescos, tus atributos? Pero que quede claro que no voy por la vida exigiendo nada, o gritándole a cualquier chica que "está buena" eso es macabro.

<p>Había salido con mucha prisa porque mi estómago me exigía que corriera a casa por algo de comer, pero no cualquier cosa, comida hecha en casa, así de complicado era y así de jodido me ponía el día, debía esperar cerca de 50 minutos hasta llegar a casa, pero no, el muy hdp prefería que me aguantara el mareo provocado por la gastritis antes de probar "cualquier cosa"
>Mientras estaba en la parada del metro que justo hoy pintaba bien, el hecho de que no me iría parada pintaba bien. Unos minutos después y antes de partir, se acercaron tres mujeres y una pequeña, llevaba unas botas café, un pantalón blanco y una blusa rosada, tenía unos dos años, me miró, la miré y sonreímos. No entendí por qué, quizá fue su inocencia, hasta que ella rompió el silencio entre nuestra imaginaria conversación de mirada idas y le dijo muy emocionada a su madre "tiene gafas como tú" ¿podrían creerlo? Ella me había sonreído porque mis gafas le recordaban a su madre.

Cuando por fin había conseguido sentarme y el metro iba camino a mi salvación -comer- en una parada se subió una chica y su padre, primero no se percataron de los dos asientos vacíos a mi lado, el me vio, a los puestos digo, corrió muy alegre y sin pedirme permiso pasó muy cerca, casi cayendo. "Jajaja el bus me sentó" le dijo a su padre. Pasadas dos estaciones se cambió la canción en mis audífono y mientras iniciaba la otra hubo un silencio y pude escuchar la conversación que tenía con su padre. "Emmm, Mmm, sale por las noches y se esconde por el día" decía él mientras ponía el brazo sobre la ventana del metro para evitar que ella cayera. "Me toca, me toca" y allí dejé de escuchar, tenía que cerrar rápidamente mi libro para bajar en esa parada.

Quizá ahora te estés preguntando cuál es el sentido de todo este texto, la verdad es que no hay ninguno, solo quería hablar.

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