Me fui a mi habitación y no estaba ni mi hermana ni Damian, así que los llame.
-Ya era hora de que dieras señales de vida subnormal!-Dijo Damian cabreado.
-No grites que me duele la cabeza ostia, donde estáis?
-Vamos a comer al chino.
-Me ducho y voy.
-Vale.-Sonaba más borde y frío de lo normal y colgó.
Me di una ducha rápida y me puse otra ropa y me encamine hacia el chino, no paraba de pensar en esa imagen, tanto que no sabía por donde iba y me choqué con alguien.
-David, mira por donde vas anda.-Esa voz me sonaba, sí era ella.
-Perdona Raquel, hoy no es mi día.-Le sonreí y me levante del suelo y la ayude.
-Y eso?-Me preguntó arreglándose la ropa.
-Ya te contaré otro día, ahora tengo que ir a comer con mi hermana y Dami.
-Yo voy al chino con unas amigas, puedo acompañarte un cacho.
-Yo también voy al chino.-Sonreí.
-Pues cuentame que te tiene tan distraído por el camino.
-Vale.
Por el camino fui contándole todo, desde que me tropecé con Ana hasta hoy que había llegado a mi habitación.
-Te gusta.-Se limitó a decir.
-No, y yo a ella menos.-Apreté los dientes.
-David, ella te gusta, por eso te jodió que te dijera amigo, y sabes que te gusta.
-No, ella me da igual, puedo tener a la que quiera, y a ella no la quiero.
-A ella no la puedes tener, por eso la quieres.-Dijo entrando al chino.
Me quedé parado pensando en sus palabras hasta que me cogió de la camisa y me metió dentro.
-Deberías de luchar por ella.
-No soy su tipo.
-La has besado, más de una vez, eso significa que algo siente por ti pequeño.
-Y si...
-Y si nada, tienes que ir y decirle lo que sientes va.
-No... No puedo Raquel.
-Si que puedes, sabes que eres capaz, y sabes que cuando se lo digas ella sonreira y te besará.
-...-Me quedé imaginando ese momento, ese beso...
-David? Estas?
-Amm... Sí, solo pensaba.
-En ella.-Sonrió.
-Noo!
-Se que sí, bueno allí están mis amigas, me voy.-Me dio un beso en la mejilla.-Hacéis buena pareja, deberías intentarlo al menos, no pierdes nada.-Se fue sonriendo.
Buscaba la mesa de mi hermana y Damian, y la encontré al cabo de unos minutos, pero había otra persona que no distinguía bien. Me acerqué más a la mesa y salude a mi amigo y mi hermana, cuando me giré a ver quien era la otra persona me arrepentí de hacerlo. No quería que ella estuviera aquí, no quería verla por mucho tiempo.
-Hola.-Me límite a decir.
-Hola.-Contestó fríamente ella.
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Quédate, puede que te quiera.
Teen FictionUn chico frío e insensible, que utiliza a las chicas como juguetes, va a la universidad con sus amigos y allí todo cambia.