Quédate, puede que te quiera.

Capítulo 14

Había quedado con Melina para ir a una fiesta, ya que después  y de dormir con Laura se fue nada más despertarse arrepintiéndose de haber estado conmigon, saludé a Melina con un simple 'Hola' pero ella se engancho en mi cuello y me dio dos besos a las mejillas.

—Vas muy rápido eh —me reía.

—Tengo novio como tu amiguita recuerda —me sonrió.

Sabía que era broma pero me dolió y sonreí débilmente. Me abrazó.

—Perdona no quería ofenderte, anda venga que te he traído muchas amigas y allí hay más —Me susurró.

Me presentó a todas sus amigas, no me atraía ninguna y todas estaban muy buenas pero no tenía ganas de nada y no sé como Melina lo notó.
Solo me cogió de la mano y eso me relajó.

Llegamos a la fiesta y ella no me soltaba, me llevó a la barra donde pedimos unos cubatas, me obligó a acabar me lo muy rápido y luego beber 3 chupitos, ella solo llevaba medio cubata y yo tenía ya bastante alcohol que si encendías un mechero y yo soplaba saldrían unas llamas de dos metros.

Me pidió otro cubata y ella cogió el suyo, me cogió del brazo y me llevó a bailar, tenía ganas de desahogar me y desfogar me con alguna chica.
Melina bailaba conmigo y me acabé el cubata, ella fue a pedirme otro, y yo cogí a una morena y bailaba con ella mientras nos liabamos, la cogía del culo ella se dejaba y cogía mi pelo con fuerza, me encantaba que ella fuera tan bestia, su lengua jugaba con la mía y su mano también era una juguetona, se introdujo en mi pantalón.

Apreté su culo fuerte, ella salto y con sus piernas rodeo mi cintura.
Quería arrancarle esa ropa, estampar la contra la pared y hacerla mía hasta el amanecer, ya había despertado a la bestia y no se iba a dormir nunca.
Metí mis manos por debajo del vestido me sorprendió al ver que no llevaba nada.

—Mm... Vienes preparada nena —le marcaba el cuello.

—Siii... —gimió ella.

Tenía demasiado calentón así que la llevé a la primera habitación, abrí y había una chica vistiéndose, era una amiga de Melina creo, dejé de besar a la morena y la tiré a la cama, me acerqué a la amiga de Melina que era rubia sin pensar la besé y me arrancó la camisa, sonreí y la empujé a la cama.

Me desabrochaba el pantalón mientras miraba como se liaban ella, me ponía mucho.

Me quité el pantalón y lo tiré mientras ellas se desnudaban, me uní a ellas y las besaba, mientras besaba a la rubia tocaba con mi mano a la morena y la hacia gemir y pedirme más, así que ella me bajo el bóxer y me la estaba tocando muy rápido y eso me hacia gruñir de placer.

Estaba tan bien entre esas dos traviesas que me olvidé de todo y solo me centré en darles placer y en gozar.