CAPÍTULO I. UN NUEVO COMIENZO.

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Estoy nervioso, hoy es mi primer día de clase, ingreso a mi último semestre de preparatoria, no conozco a nadie, ni en mi vecindario, ni aquí, porque mamá tuvo que cambiarnos de casa por su nuevo trabajo, tendré que adaptarme, como dijo Darwin: "Sólo el que se adapta a las condiciones, es el más fuerte y sobrevive."

La escuela es inmensa, es preparatoria y universidad, sólo se distingue por aulas más grandes, que son las que pertenecen a los universitarios.

Me acerco a un guardia y le pregunto cuál es el aula 205, que es la que me asignaron, me dice que se encuentra en el segundo edificio que está cerca de la entrada principal, segundo piso, al subir a la derecha.

Llegué a mi aula y me dispuse a entrar, al ingresar algunos me miraron y observé que muchos estaban platicando con otros compañeros, algunos se encontraban callados en su lugar, tomé lugar en la última fila, primer asiento, a lado mío se encontraba un chico de tez blanca y atrás de mí, una chica de cabello negro, es todo lo que observo, no me gusta mirar o que me miren por tiempo prolongado, tengo mis razones.

Pasan unos minutos e ingresa el profesor.

—Buenos días, chicos, soy el nuevo profesor, les impartiré la materia de... —se escucha la puerta

Ingresa una chica rubia, su cabello es como grandes llamaradas doradas que lanza un dragón en plena guerra medieval, cuerpo esbelto, labios rojos como una cereza y hermosa como la diosa Afrodita. Es lo único que alcanzo a ver, pues desvío la mirada.

—Lo siento, el tránsito estaba tremendo. —dijo la chica.

—Yo la entiendo, es el primer día, tome asiento. —, como les decía, les impartiré la materia de Etimologías, escribiré mi nombre, a ver si les parece familiar la letra, listo, ¿alguien sabe cómo me llamo?

Nadie levantaba la mano para tomar la palabra, así que yo lo hice.
Me puse un poco nervioso cuando sentí los ojos de las chicas posarse encima de mi.

—¿Usted sabe la respuesta? —preguntó el profesor.

—Si no me equivoco, su nombre es Maximilian Aguirre.

—Pensé que los guapos tenían la cabeza hueca. —dijo una chica, pero no logré verla.

Algunos rieron por el comentario.

—Señorita, no acepto ese tipo de comentarios en mi clase. —dijo el profesor en tono poco fuerte.

—Muy bien, alumno, por lo visto usted sabe algo de griego ¿dónde lo ha aprendido? ¿cuál es su nombre? —dijo el profesor en tono amigable.

—Mi nombre es Michael, lo aprendí desde pequeño, siempre me ha gustado mirar al pasado y buscar el origen de las cosas. —dije de igual manera que el profesor.

—Muy bien, Michael, coincidimos. —se limitó a decir.

El profesor platicó el cómo había conseguido que lo transladaran a dar clase a esta escuela y la clase concluyó.

—Al fin terminó la clase, comenzaba a aburrirme. —escucho decir al chico que se encontraba a mi lado.

—A mi me pareció interesante, me sentí identificado con el profesor, ¿cuál es tu nombre? —dije.

—Y al parecer él contigo, mi nombre es Omar. La que hizo el comentario es mi amiga Estefania, es muy amable, amigable, inteligente, bromista y bonita. La que entró al final cuando el profesor estaba por comenzar se llama Miranda, es muy hermosa, popular y muy solicitada por los hombres, pero suele ser un tanto odiosa, no le habla a cualquiera, a mi a veces, me conformo con sólo mirarla. —dijo mientras miraba hacia atrás.

CUATRO VIDAS OCULTAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora